Nuestro siempre inolvidable Guillén Lafuerza
El barrio de Guillén Lafuerza (Oviedo) es casi un santuario. Bien siento no poder llegar a pie hasta él en estos tiempos. No nací en él, pero tengo el orgullo de haberme criado y vivir mi adolescencia y juventud en él. Éramos los más pobres, decían; pero la pobreza a veces se convierte en riqueza.
Me crie entre gente maravillosa: Pepe Iglesias, D. Rosendo, Eusebio González, Ania, El Mantecu, Velasco, Pili Santa Lucía, Legazpi, Jose De Roza, De Luis, Facio, Suárez, El Lerele (que hoy sería un Dembelé). Y otros que desgraciadamente se perdieron por el camino muy jóvenes aún.
Creo que la autopista que tantos lloros nos trajo a tantos vecinos en otros tiempos se va a convertir paseo.
Qué bella noticia un Guillén Lafuerza otra vez unido.
Pero los de Guillén Lafuerza también merecemos un tirón de orejas. Aún no he oído hablar de ponerle el nombre de una calle o un monumento al P. Beato Juan Alonso, que vivó con su madre tantos años con nosotros. Nacido en Cuérigo y tan injustamente mártir en el Quiché (Guatemala). Por lo demás, un recuerdo allí también merece Arcadio Alonso, su hermano, una eminencia bien conocida por alumnos de Noreña, el Ayala de Oviedo y las universidades de Cuenca y Alicante.
La historia de Guillén Lafuerza no se hizo ni con poderosas grandezas ni comedias superficiales, sino con las experiencias humanas más humildes y ejemplares.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo