Previsión de futuro y proyectos de desarrollo

Simplemente, creo que somos muchos los que opinamos que estamos viviendo tiempos de desconcierto político generalizado con graves consecuencias para los ciudadanos a escala universal. Basta repasar mentalmente las atrevidas actitudes de Trump (USA), con documentaciones rigurosamente reservadas; las presiones diplomáticas y económicas de Biden sobre otros países; las infantiles arrogancias del cómico presidente de Ucrania, región con once siglos de pertenencia a Rusia; el fracaso confirmado del británico Johnson; la incongruente postura del alemán Sholtz, enviando simultáneamente tanques a los ucranianos y pretendiendo conseguir petróleo y gas natural ruso al mejor precio, para asegurar la competitividad de la industria germana; las recientes e infortunadas incongruencias de la política española con Argelia y Marruecos en el peor momento de la crisis energética, y los bandazos de Polonia, Rumanía y otros países ex-URSS en materia de política exterior y el respeto debido a compromisos internacionales previamente contraídos. Lo que más debe preocuparnos es, obviamente, lo que se refiere a España, y aún más concretamente a Asturias, que se está situando en uno de los puestos más regresivos de nuestra patria. También está claro que los problemas que vivimos no se resuelven divulgando información ministerial sobre el incremento disparatado de los precios. Eso ya lo sabemos los ciudadanos por el acceso diario a las compras. Lo que esperamos del Gobierno son las posibles soluciones. Hay que ser realistas, y si los remedios políticos no aparecen, habrá que buscarlos en instituciones ciudadanas privadas. Sugiero al efecto un plan de desarrollo para Asturias diseñado por entidades eficaces, como la Federación Asturiana de Empresarios (FADE) o/y las Cámaras de Comercio de Oviedo, Gijón y Avilés, que tienen preparación adecuada para esta tarea y sentido de la realidad autonómica. Ahí tenemos ejemplos positivos de compañías, como los astilleros Armón y Gondán. En ese ámbito supercompetitivo, no vale andarse con bromas, pues los contratos de fabricación y entrega de barcos se hacen a plazo fijo, y si no se cumplen en las fechas acordadas, se penalizan día tras día del incumplimiento. Nuestros astilleros astur-galaicos se imponen en Europa y en el mundo, con diseños plurales y modélicos. Me pregunto por qué no se toman como patrón de referencia en otros sectores constructivos, como las carreteras, la conservación de los ríos y no digamos el ferrocarril, donde llevamos más de quince años esperando por el funcionamiento "urgente" del AVE, que siempre "llegará pronto".

El plan de desarrollo que propongo para Asturias ha de basarse en objetivos lógicos; a saber:

Materias primas: relativas a la agricultura, ganadería, caza, pesca, minería metálica y combustibles fósiles, muchos de los cuales se encuentran hoy obstruidos por el Gobierno central, como muy bien sabe la señora ministra Ribera.

Energías: Con los mismos o mayores obstáculos nacionales, que llegan a prohibir su investigación, cuando es evidente que la carencia de energía suscitada en Europa para castigar a Rusia ha rebotado aquí, y esa carencia no se resuelve oprimiendo al consumidor con restricciones y precios elevados del kilovatio, sino desarrollando más y mejores fuentes energéticas. De ello me ocuparé otro día, con la experiencia de haber sido vicepresidente de la Comisión de Industria y Energía del Senado en la 111.° Legislatura.

Comercio: Menos informática, telemática y milagrosos algoritmos aplicados a la reducción de plantillas. Hay dos recursos inexcusables y eficaces que se deben cuidar: la atención personalizada a los clientes y el buen trato al personal de la propia empresa.

Empleo: De nada sirve lamentarse de la lógica reducción del empleo rural, como proclaman "los verdes". Debe mejorarse la formación universitaria, que en Asturias ha perdido más de 10.000 alumnos en los últimos años, ya que pasamos de más de 30.000 estudiantes a menos de 20.000. Se hace necesario regular de forma genérica los "numerus clausus" impuestos por las facultades, cada vez más estrictos, que acabarán por volverlas de financiación imposible y utilidad nula.

Clima: Hay posibilidades -ciertamente no sencillas- de abordar científicamente el cambio climático, y esa es una de las muchas razones para conservar y desarrollar los reactores nucleares, que situados en determinados puntos críticos del océano, pueden modificar radicalmente la generación de huracanes. Los beneficios económicos de la intervención evitarían pérdidas multimillonarias en muchos países, aunque los costes de investigación y desarrollo serian también cuantiosos.

Seguridad jurídica y Estado de Derecho. Están gravemente comprometidos por continuas transgresiones a la Constitución. Citaré simplemente algunas muestras evidentes. Transcurridos tres días de un delito de "okupación", las fuerzas de seguridad y los tribunales se manifiestan generalmente inoperantes. Las inmigraciones ilegales masivas (ahora se dice "irregulares") vienen superando los 50000 individuos anuales: impresentable y preocupante. Algunos ciudadanos, y más ahora ante próximas elecciones, querrían saber cómo y quién ha "registrado legalmente" a un partido que se autodenomina "republicano", con una Carta Magna que define la forma política de España como "monarquía" (artículo 1.° de la CE vigente ). Es obvio que la Ordenación Jurídica brilla por su ausencia.