El pueblo indígena kankuamo de la Sierra Nevada de Santa Marta
El pueblo kankuamo fue declarado por la Corte Constitucional de Colombia en riesgo de exterminio de pueblos indígenas por desplazamiento o asesinatos.
Un kankuamo lleva varios meses protegido en Asturias. Para llegar al programa asturiano “Eliecer” fue propuesto por el MOVICE, movimiento de víctimas de crímenes de Estado.
Un día como hoy 22 de septiembre fue desaparecido por los paramilitares su familiar Jaime Antonio Solís Arias.
El pueblo kankuamo habita las estribaciones de la Sierra Nevada de Santa Marta.
Una de las delegaciones asturianas anuales visitó ese territorio y conversó con sus autoridades espirituales.
Posteriormente, un kankuamo fue elegido consejero mayor de la ONIC -es decir, autoridad de los 104 pueblos indígenas de Colombia-: Luis Fernando Arias, quien falleció de covid.
Entre los años 1985 y 2008, 451 kankuamos fueron asesinados, más de 300 mujeres quedaron viudas, más de 400 familias fueron desplazadas de manera forzosa del territorio. Entre los asesinados, varios familiares de Eliecer, hermano, primos.
Su territorio actual está entre las cuencas de los ríos Guatapurí y Badillo, con un área de resguardo de 24.000 hectáreas. Tiene acceso al mar, lo que derivó que en los años ochenta la zona fuera utilizada como corredor para el transporte de drogas, armas, contrabando. Y los indígenas quedaron en medio de las apetencias de paramilitares y fuerza armada.
Si quedan acaso 30.000 personas de este pueblo, la mitad solamente están en el territorio. El resto, como Eliecer y su familia, se han tenido que ir a Valledupar, Bogotá, Santa Marta, Riohacha, Barranquilla u otras ciudades.
En el informe presentado por el Relator Especial de las Naciones Unidas para los Pueblos Indígenas, se dice que entre los años 1986 y 2003 se registraron violaciones de los derechos humanos de los kankuamo. De acuerdo con las investigaciones, el mayor número de masacres se presentaron entre los años 2002 y 2003; luego se presentaron los homicidios selectivos.
Según el Relator, se configura en una situación de etnocidio, debido a las masacres, incursiones, armadas, homicidios selectivos, desapariciones, muertes de docentes y amenazas, lo que conllevó a que el 24 de septiembre de 2003 la Comisión Interamericana de Derechos Humanos otorgara medidas cautelares a favor de los integrantes del pueblo kankuamo.
El pueblo kankuamo tiene derecho a rescatar sus costumbres, conservar su territorio y volver a poporear, a bailar chicote, tocar gaita y a tejer sus tradiciones; por ello, estas personas demandaron al Estado para su protección. El pueblo kankuamo tiene derecho a fortalecer su identidad cultural, el gobierno propio y la recuperación del territorio ancestral hasta la Línea Negra. Ha establecido compromiso de sus autoridades para restablecer espiritual y materialmente los espacios propios para avanzar en el fortalecimiento cultural y del gobierno kankuamo. Pretende fortalecer la unidad espiritual y material del pueblo kankuamo.
Quieren mostrar a las claras el cumplimiento del hacer o accionar frente a su deber como kankuamo de cuidar y conservar la naturaleza. Aspiran a resembrar en el imaginario colectivo, en todas las escalas y medios, el resarcimiento de la memoria histórica y el buen nombre del pueblo kankuamo como sujetos de derechos y actores sociales.
“Tejemos, mambeamos, danzamos para no morir, porque somos un pueblo para la Historia: pueblo kankuamo”.
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