Expolio del Arzobispado a la iglesia de Soto de Luiña
¿Se puede hablar de expolio cuando el Arzobispado decide llevarse el archivo documental de una parroquia sin previo aviso a los vecinos? Nosotros creemos que sí, y esto fue exactamente lo que sucedió con el archivo documental de la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Humildad de Soto de Luiña.
Durante cinco siglos la parroquia custodió y cuidó los documentos que albergaban su historia, desde principios del siglo XVII hasta el tiempo presente, cuando el Arzobispado decidió de forma unilateral apropiarse de dichos documentos.
Fueron los vecinos quienes rescataron el archivo cuando en la noche de lluvia y tormenta del 23 de agosto de 1983 la techumbre de la Casa Rectoral se vino abajo, fruto del total desamparo y despreocupación por el estado de la misma. En igual estado de abandono se encontraban ropas y otros objetos religiosos de cuantioso valor. Sin embargo, pocos recuerdan el esfuerzo que la parroquia puso en salvaguardar los mismos, contribuyendo a su restauración, transcripción, inventario y ordenación datada en su archivador individual.
Qué ingrata la forma de llevárselos... sin ninguna información al pueblo, sin ningún comunicado para poder saber si, al menos, contamos con las copias que nosotros, la parroquia, transcribimos y encuadernamos para su mejor manipulación y la conservación del archivo original de nuestra historia.
La reparación tardía de una gotera, la falta de saneamiento, el estado de la pintura de la pared y la falta de limpieza y ventilación probablemente presentaran la excusa propicia para llevar a cabo este expolio. Lo que nadie ha tenido en cuenta es que fue ocasionado por la privación y el celo del sacerdote, que impide el acceso a las personas que periódicamente se encargan de la limpieza, ventilación y mantenimiento de la sala. Los libros permanecían ordenados en el armario, que para ello se había comprado, con un deshumidificador permanentemente encendido, cuya función es la conservación del archivo y la historia de la parroquia en la parroquia, como lleva siendo desde hace cinco siglos.
Nuestra labor queda reconocida con los premios obtenidos: “Europa Nostra” (1987) y “Pueblo ejemplar de Asturias” (1992). Haciendo eco de nuestro trabajo y esfuerzo en pro de la conservación del Patrimonio Histórico-Artístico, dando lugar al reconocimiento hoy día como Conjunto Histórico de Interés Nacional.
Profundamente sentidos, en mi nombre, como presidenta de la junta parroquial de Soto de Luiña de 1983 a 1992, y en el de la asociación de vecinos.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

