Las bellas historias de Illas
Una de las mayores riquezas que pierdo al abandonar Illas es el ya no poder escuchar sus historias fascinantes. Anduve bastante mundo, pero Illas fue un encuentro único. Y digo esto porque al despedirme de Illas tengo la sensación de que estos mágicos pueblos están abarrotados de vivos y de muertos, de ternura y de realidad. De ahí que cuando contemplo la foto de Illas, contemplo mi autorretrato.
Hay mucha gente ya mayor con la que la conversación es tan vívida que se juntan y se mezclan vecinos con visitantes, vivos con muertos, sueños con realidad... No tienes tiempo para distraerte. Con los ojos bien abiertos escuchas historias interminables. Y percibes al momento lo propio de esta gente de Illas. Añádase que todo esto lo puedes percibir tanto en La Callezuela, La Peral, Argañosa, Trejo, Illescas, San Sadurní y Piniellla como en Taborneda.
Y lo propio de la gente de Illas es la manera de percibir y recordar desde otra perspectiva las cosas. Y ante todo, su pasado más trágico. Sin hacer referencia a las personas, se recuerdan los momentos y los hechos más trágicos. Algo que es toda una lección para nosotros hoy.
Pero hay otras historias más comunes que oír en Illlas, que hoy deberían oírse desde una perspectiva de eternidad. Los kilómetros andados a diario, con madreñas y andando, al trabajo en Avilés, a 11 kilómetros, y al volver, si el tiempo lo permitía, para poder segar algo para el ganado y atender la hacienda. Mujeres fregando de rodillas los suelos, en el río lavando la ropa horas y horas de rodillas sobre una piedra. Enfermos abandonados. Pobres de toda la vida. Una fiesta al año para estrenar la ropa nueva. Y los esfollones para pellizcar con suerte a la moza cercana cada vez que se marchaba por suerte la luz, con tanta frecuencia. ¡Y hasta perdonando a enemigos! Y pienso que semejantes historias son un desafío para nosotros.
¿Qué hacer? Me imagino que tenemos mucho aún que aprender. Somos lo mismo que ellos fueron y son. Por algo no podemos nunca decir adiós a Illas para siempre.
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