Podrida sociedad
Leo con estupor el periplo que está sufriendo Gerardo Iglesias para que le retiren un tornillo que le pusieron en una operación anterior, para que pueda dejar de tener dolores y hacer una vida normal; también en el mismo momento escucho a un matrimonio que con 291 euros, viviendo en un garaje sin agua ni las mínimas condiciones de salubridad, se queja de que no pueden pagar sus medicinas para las múltiples enfermedades que padecen.
Empiezan las clases, a la carestía de todo, se suman libros, matrículas y ropa de niños y adolescentes, ¿en qué país vivimos? Hay familias cuya vida es un suplicio.
¡Señores, este es nuestro país! A los políticos se les llena la boca de promesas, que nadie quedará atrás, pues no es cierto, hay muchas personas a las que abandonamos, hay personas como Gerardo Iglesias a las que esa sanidad pública de la que presumimos les deja fuera de una atención adecuada y a tiempo.
¿Seguiremos ajenos a esta destrucción de lo público, de la solidaridad con las personas que nos piden ayuda?
¿Para eso luchamos las anteriores generaciones? Para ahora ver destruirse todo nuestro Estado de bienestar sin rechistar.
¡Sociedad podrida y sin vergüenza! Da pena vernos así. No merecemos vivir.
A este mundo se viene a convivir unos poquitos años, solo nos llevaremos el recuerdo de la gente por el esfuerzo que aportemos para mejorar la vida de quien peor lo tiene para sobrevivir.
Aportemos nuestro granito de arena, seamos solidarios y defendamos nuestra sanidad, denuncien injusticias, no se dejen pisotear por un sistema egoísta y perverso.
La comodidad y la pachorra de nuestros políticos generan problemas a todos. Ellos, con nuestra apatía, hacen la vida imposible a mucha gente.
Bajan impuestos a los ricos en vez de con ellos ayudar a los pobres. Otros dan ayudas a granel para carburantes, así a los dueños de deportivos les sale más barato quemar gasolina, en vez de dar ayudas a quien lo necesita.
Dan facilidades para que los ricos pongan placas solares en sus chalés y les salga gratis la electricidad, y encima les pagarán por el exceso. Llegará un momento en que solo pagarán impuestos y electricidad la clase media-baja. Se repararán autopistas, aeropuertos y hospitales con el dinero de quien no podrá viajar ni ser atendido, lo disfrutarán los que Ayuso y compañía exonera de pagar impuestos: podrida sociedad.
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