Libertad individual
La libertad individual implica reconocer que somos seres únicos e irrepetibles. "El peor favor que puede hacerse un ser humano es el de no pensar: así comienza el totalitarismo, la dictadura de lo igual". Hannah Arendt nos advierte que si no aceptamos lo diferente la sociedad enferma. Pero: ¿es real la igualdad, es conveniente pensar en sus términos? La igualdad exige buscar en la desigualdad alguna cualidad medible que esté dentro de un margen previamente acotado: si ocurre así, decimos que existe igualdad. Esa imaginada contingencia ha permitido a los seres humanos el desarrollo científico y tecnológico actual. Pero nos puede llevar a la dictadura de lo igual. Hagamos un razonamiento comparativo entre usar un pensamiento de igualdad u otro de desigualdad con sus paradójicas consecuencias: si A es igual a B y B es igual a C y C igual D, de aparecer una persona E distinta a cualquiera de ellas, sería una extraña y se la querría segregar e incluso se la llegaría a odiar; mientras que, si A es diferente a B y B es diferente a C y C es diferente a D, de aparecer una E distinta de todas ellas, seria una más, igual a todas en su desigualdad y, por tanto, debería ser libre para ser y existir en su desigualdad. De lo contrario, toda persona se vería obligada sin libertad a parecerse a las demás: lo que implicaría no ser ella misma y la haría enfermar, generando una sociedad angustiada y enferma.
La libertad individual tiene, sin embargo, sus exigencias: la primera es que no se debe amar solo la libertad individual propia, sino la de los demás y, si se logra ese principio de que "todos amen la libertad individual de los demás", ¿quién podría impedir la propia libertad individual? La segunda exigencia sería que "no todo es posible" porque nada debería ser destruido por el "todo es posible" (si es rentable) de una sociedad destructiva que menosprecia a los otros.
El pensamiento de la libertad individual nos lleva a corolarios relacionados con los premios "Princesa de Asturias" 2022. Debemos defender "lo más valioso de la tradición europea: la misericordia, la infancia, la tradición cristiana y la razón de los descendientes del Siglo de las Luces" (Adam Michnik), pues sin la misericordia se impide el derecho a equivocarse de la libertad. Si se abusa de la libertad el pacífico debe elevarse al nivel del guerrero para detenerlo y no dejar que la totalitaria dictadura mate lo individual y lo manipule hasta que no pueda imaginar que "las letras, esos pocos dibujos, esos pocos sonidos, puedan tanto" como construir un escenario de paz (Juan Mayorga), ni manipule la historia científica y real (Eduardo Matos Moctezuma), ni se destruya el legado cultural (Carmen Linares y Maria Pagés), ni se impida el derecho a tener un lugar de privacidad por destrucción del hogar (Shigeru Ban), lo que obligaría a la necesidad de refugio (Fundación Refugio Olímpico y Equipo Olímpico de Refugiados). A esa totalitaria dictadura no le importa ni le preocupa explotar la nave Tierra (Ellen McArthur). La inteligencia artificial y su microelectrónica (Geofrey Hinton, Yann Lecun, Yoshua Bengio y Demis Hassabis) no son las responsables de su uso para bien o para mal. Es ya una realidad que se usa esa tecnología para hacer prescindibles a los seres humanos en el sector servicios, causando totalitaria soledad individual. Sin embargo, no se logra hacer desaparecer el duro trabajo de: las fábricas, el campo y la mar, procurando la producción de bienes mientras se cuida y se deja recuperar a la naturaleza bajo su control. Parece que ya no importa el individuo salvo por su aporte ínfimo al Big-Data. No se intenta recuperar su humanidad natural cada vez más superflua, y ya se encuentra sin procreación y natalidad, con espacios vacíos por llenar mientras otros están saturados.
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