Sostenella e no enmendalla
Decía Fernando de los Ríos que "El respeto es la revolución pendiente de España". Lo decía no como una frase hecha que puede servir para un roto o un descosido, lo decía en el más amplio sentido de la palabra, sin el cual nada es posible para construir la convivencia tanto en una comunidad de vecinos como en la gobernabilidad del país. Detrás del respeto está la pedagogía, como instrumento que hace posible la revolución. De esto sabía mucho Fernando de los Ríos, maestro de maestros.
Ochenta años más tarde la revolución continúa pendiente y se aleja cada vez más, porque el veneno del trumpismo impregna el tejido social en todos los rincones de la Tierra. Tierra que, a su vez, muere lentamente, mientras se celebran las COP en forma de charlotada o de insulto a la inteligencia. La revolución continúa pendiente.
En España no ganamos para sustos. Una ley que nació para dar respuesta a la indignación ciudadana que supuso una sentencia infame, la de "la manada", está produciendo efectos perversos y contrarios a sus objetivos. Si nadie lo remedia se va a producir una reducción de penas (y desencarcelamientos, con reclamación, en algún caso, de indemnización) de sujetos condenados por violación. La ministra responsable de una de las leyes estrella de la presente legislatura, lejos de reconocer que la ley nació con "vías de agua" por donde los abogados "listillos" al acecho de las brechas legislativas hacen su particular agosto, ha arremetido contra los jueces por su "machismo" irredento. "No es culpa de la ley, la ley es perfecta. Son los jueces los que la interpretan mal" (Irene Montero). ¿Alguien ha dudado alguna vez que hay jueces y juezas machistas, de derechas y antifeministas? ¡Pues claro que los hay! Como hay médicos, profesores, abogados, periodistas... y precisamente por ello hay que mirar con lupa los posibles efectos de la aplicación de la ley antes de su promulgación.
Ante el "sostenella e no enmendalla" de la Ministra (no modificar la ley), al parecer va a ser el Tribunal Supremo el que unifique doctrina. Pero siguiendo con la lógica de la Ministra, serán los "magistrados machistas" los que dicten jurisprudencia. Si el resultado no es el deseado, ¿qué dirá la Ministra? Lo sensato habría sido proceder a su modificación desde el legislativo. Pero el "sostenella" forma parte del ADN de Podemos.
En la otra pata del Gobierno (la socialista), el ministro del Interior, Fernando Marlaska, hace tiempo que está "chamuscado" y la publicación de vídeos, fotografías y testimonios, en relación con los inmigrantes muertos en la frontera de Melilla, hace insostenible su permanencia en el Gobierno, por respeto a los muertos y a sus familiares. La revolución en este caso ni está ni se la espera porque dimitir sigue siendo un "verbo ruso".
Mientras tanto el PP, siguiendo la estela de la trumpista Ayuso, haciendo caja. No le afecta para nada ni la impresionante manifestación en defensa la sanidad pública en Madrid, ni que sus homólogos británicos decidan aplicar las mismas medidas económicas que los "social-comunistas" españoles. Surfeando sobre la ola del cinismo, la mentira (que ya la habría querido para sí Goebbels en los años treinta), la desfachatez y el insulto gratuito. Para ellos "respeto" ni siquiera es una palabra rusa, murió en la hoguera, junto a los libros quemados por los nazis.
Si Fernando de los Ríos levantara la cabeza creería que se había despertado en otro planeta.
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