En el Día Internacional de la Mujer Emprendedora
El 19 de noviembre se celebra el Día Internacional de la Mujer Emprendedora, excelente ocasión para visibilizar el trabajo de la mujer y, con estas líneas, el trabajo de muchas mujeres que, como en mi caso, están emprendiendo. Yo tengo 29 años, estoy casada y tengo dos hijos. Junto a mi marido, Sergio, dirijo desde hace cinco años nuestra propia escuela de tenis y pádel en el oriente asturiano y occidente cántabro, gestionándola en diferentes ayuntamientos. Tenemos alumnos desde los 3 años.
Mi marido ha hecho de su pasión su profesión. Yo he pasado a ser parte de ese sueño y he podido aplicar mis conocimientos y pasiones, como la organización y planificación de eventos, el marketing y la resolución de problemas.
Hace cinco años tenía una visión diferente del mundo empresarial. Desde que soy autónoma puedo empatizar con los empresarios y entender el esfuerzo que hay detrás de cada negocio que sustentan. Antes de juzgar pienso en todo el trabajo, formación e inversión económica que hay detrás de ello.
Pero a medida que creces, también aumentan las dificultades. Un cambio muy sustancial se produjo al contar con trabajadores a nuestro cargo, ya que pasan a ser parte de tu negocio, son representación del mismo, y por eso le damos mucha importancia a hacer un equipo sólido y que trabajen con todas las facilidades posibles. Aunque también es fundamental exigirles una continua formación no solo en tenis sino en todos los campos que podemos abarcar desde nuestra escuela.
Nuestro deporte está considerado de lujo, pagamos un 21% de IVA, cuando el deporte es esencial en nuestra región. Nos parece que el deporte debería estar exento de IVA o al menos tener una reducción, ya que hoy en día casi todo el mundo lo practica, ya que es muy necesario y aporta múltiples beneficios, tanto para los niños, estudiantes o personas adultas; el deporte ayuda a mejorar la concentración, liberar estrés, sociabilizar y, por supuesto, nos mantiene en forma. A este impuesto se le suman los problemas más generalizados que tenemos los autónomos para poder cumplir todas nuestras obligaciones. Y el esfuerzo y horas que tenemos que hacer para tener un sueldo digno. Un autónomo trabaja las 24 horas los 7 días de la semana los 365 días del año.
Vivencias de una madre y empresaria en el Día Internacional de la Mujer Emprendedora
Emprender ha sido muy satisfactorio para mí; pese a este entorno difícil y cambiante, me ha facilitado adaptar el trabajo a mi familia y no al revés, consiguiendo una conciliación real
Las empresas hemos notado mucho cambio tras la pandemia y con el avance informático de estos años, por lo que hemos tenido que adaptarnos y crear redes sociales y una web propia para estar "en forma", porque el mundo empresarial te exige estar en constante formación. En nuestro caso no solo en el mundo del tenis, sino también en el mundo educativo también debemos formarnos en pedagogía, administración, finanzas, redes sociales, etcétera.
Existe mucha incertidumbre y aunque planifiques tus metas a medio y largo plazo hay que estar muy pendiente del corto plazo y eso puede generar mucho estrés, más cuando tu negocio depende de muchas personas y mantiene a tu familia.
Con todas estas dificultades, empecé a buscar a otras personas en situación similar que comprendieran mi situación y me facilitaran herramientas para salir adelante. Así encontré Mujeres de Empresa, una red de autónomas, empresarias y profesionales en la que nos apoyamos y crecemos en nuestra vida profesional y también como personas.
Emprender ha sido muy satisfactorio para mí; pese a este entorno difícil y cambiante, me ha facilitado adaptar el trabajo a mi familia y no al revés, consiguiendo una conciliación real (aunque cierto es que me gustaría tener más ayudas desde el Gobierno y que se apoyara más a las madres y familias empresarias). Junto con Sergio, hemos conseguido organizarnos para que ambos trabajemos y pasemos tiempo en familia, aunque hay temporadas en que se hace complicado. Aún recuerdo cuando al quedarme embarazada de mi primer hijo tuve que dejar de trabajar por cuenta ajena porque era imposible compaginar las dos cosas. Sin embargo, ahora soy madre y empresaria y como mujer me siento muy orgullosa.
Al mismo tiempo, sacar adelante mi actividad empresarial y mi familia me ayuda a no caer en la monotonía y eso hace que sea apasionante. El techo que tienes es tan alto como tú quieras ponértelo.
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