LOMLOE, ¿nueva ley de Educación?
El profesorado, y especialmente el asturiano, llevamos años sufriendo en silencio las ocurrencias de ministros/as y consejero/as; años en los que hemos asumido diferentes leyes de Educación, en mi caso he trabajado con siete (LODE, LOGSE, LOPEG, LOCE, LOE, LOMCE y LOMLOE). Todas las leyes elaboradas por sesudos expertos teóricos que en muchos casos no habían pisado aulas de Primaria o Secundaria en años y apoyados por gobiernos que, sin pensar en el alumnado, querían dejar su huella y revocar leyes de gobiernos anteriores. En muchos casos, estas leyes se aprobaban de forma apresurada y de igual forma eran abolidas. Esta última ley, la LOMLOE, no es un caso excepcional: el Gobierno aprobó esta ley sin consenso, ni siquiera previendo la necesaria formación del profesorado, ni la financiación necesaria para la adecuación de horarios o ratios a una ley de tanto calado. Y lo que es más importante, sin pensar en las consecuencias que esta tendría para el alumnado.
Esta nueva ley, frente a otras anteriores, provoca importantes, enormes cambios, no solo curriculares sino didácticos, metodológicos, con nuevos criterios de evaluación y calificación. Un nuevo modelo pedagógico uniforme, cerrado y obligatorio basado en situaciones de aprendizaje, productos, proyectos y evaluación por competencias, todo lo cual chocaría con la necesaria libertad de cátedra del docente. La nueva ley aumenta considerablemente el trabajo del profesorado y, en consecuencia, influye de forma negativa sobre el aprendizaje de nuestro alumnado, que además se ve perdido al ver que esta ley pretende huir del esfuerzo o el estudio y la denostada memoria. Ya no hablamos de contenidos, solo de competencias específicas o clave, lo que está convirtiendo la Educación Secundaria en Primaria; no me extrañaría ver pronto el método Montessori aplicado a alumnos de 17 años.
En leyes anteriores como la LOGSE, que también suponían un cambio sustancial en el modelo educativo, se introdujo un proceso por el cual se iba implantando de forma experimental y gradual, lo que permitió que el profesorado y los estudiantes pudieran ir formándose y acostumbrándose a la nueva ley. Con la LOMLOE esto no ha pasado. El caso es especialmente sangrante para el alumnado de primero de Bachillerato, que, acostumbrado a trabajar durante años con un modelo, se encuentra este año sin saber a estas alturas de noviembre cómo va a ser calificado, sin saber cuánto van a contar las competencias específicas (en el caso de inglés, 16) o las clave, cuánto los exámenes, las estrategias o la empatía, cuánto los proyectos de grupo o el respeto a la diversidad. Esto preocupa especialmente a este alumnado, que en muchos casos necesita notas altas para poder acceder a la carrera universitaria elegida.
En Asturias esta improvisación es aún mayor, materializándose en situaciones como la publicación de la concreción curricular de la ESO el 30 de agosto de 2022, a un día del comienzo del curso escolar, o lo que supone para los docentes, alumnado y familias que en pleno noviembre los criterios de calificación sigan sin publicarse. Pero, claro, el presidente del Principado solo comenta: "Es normal que haya resistencia al cambio". Y una última pregunta: ¿dónde estaban los sindicatos cuando esta ley se aprobó?
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo