Héroes contemporáneos
Yo desde que vi a Pedro Sánchez en el velatorio de Pérez Rubalcaba, cómo tomaba el riesgo, ante la pasividad y pasotismo de sus escoltas y guardias de seguridad, de enfrentarse valientemente a un alborotador que arrojaba papeles sobre el féretro del finado, al tiempo que pedía hablar con el CNI o la ministra de Defensa, supe que él era mi héroe.
El mismo valor y sangre fría cuando un francotirador de pacotilla y aguardiente intentaba un magnicidio histórico, o recientemente el hackeo “amigo” de su teléfono, o ahora el “artefacto pirotécnico”... ¿No es eso lo que llaman un petardo?
En cualquier caso, tanto atentado, afortunadamente infructuoso, da qué pensar, a no ser que sea un intento de cargarse al vigilante de correos o, en último término, al responsable del escáner, porque no es fácilmente comprensible que a la Guardia Civil, que te llama cuando escanean un tirachinas que has comprado en Aliexpress, se le haya pasado una carta bomba dirigida al presi.
Además, si fuera un email bomba, vale, pero mandar una carta bomba a estas alturas de la vida es muy raro. Eso es muy de los años 80, lo que nos lleva a desviar el tiro de la sospecha hacia infaustos personajes “relevantes” de esa época, protagonistas de la actual.
A Zelenski, que sueña con misiles y con Putin, le ha faltado tiempo para culpar a los rusos, a ver si cuela esta vez e interviene la OTAN en Ucrania.
Teorías, divagaciones y sospechas, todo sospechas, aunque por las primeras impresiones no parece que el paquete fuera a contener prospectos explicativos de sedición, malversación, CGPJ, Marlaska, el “Sí es sí” o similares, con lo que el mensaje que se quiere lanzar al pueblo ovino español es: Pedro Sánchez no sólo no pacta con terroristas, sino que los terroristas le tienen en el objetivo, como tuvieron a Aznar.
¿Y si el “sabotaje” fuera un acto de represalia por la aplicación del “Sí es sí”, de un recién liberado vengativo? Cabe todo y estamos investigando.
Saludos cordiales.
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