La prohibición del bikini en las playas del Bierzo
Hasta no hace mucho identificábamos como feminismo a la postura filosófica y política que se opone a cualquier tipo de violencia, explotación o abuso sufrido por las mujeres en base a su sexo, que busca la erradicación de la estructura social que hemos convenido llamar patriarcado y que en última instancia lucha por la equiparación de las condiciones materiales entre hombres y mujeres.
Hoy día podemos afirmar que cualquiera que no comparta estos valores se expone a una severa reprimenda, lo que me alegra profundamente, y por ello me ofendo sobremanera al ver cómo en nuestras instituciones se utiliza al feminismo como cortina de humo para tapar las vergüenzas propias.
Hace unos días podíamos leer el siguiente titular: El Instituto de la Mujer insta a una bodega del Bierzo a retirar una valla publicitaria por “sexualizar a la mujer con fines promocionales”. En relación con esto hasta pude leer que a cuento de qué se iba a utilizar en el Bierzo la ilustración de una mujer en bikini si no era como reclamo sexual, ya que en León no había playa, lo que me llevó a preguntarme si uno de mis vinos favoritos, 12 Lunas, se cosecharía entre los cráteres del astro celeste que cada noche vemos en el cielo...
Bromas aparte, al poco supimos que la bodega llevaba utilizando esta imagen desde 2009 sin que nadie se sintiese ofendido, lo que hizo que Igualdad reculara reconociendo lo desproporcionada que resultaba su petición. No creo que sea casual que esta noticia se conociese después de que la parte del Gobierno que dice abanderar el feminismo acusase a la judicatura de ser “fachas con toga sin perspectiva de género”, afanándose en defender una medida que ha rebajado las condenas de decenas de agresores sexuales en nuestro país, y que les ha supuesto numerosas críticas.
Asumir un error en política es considerado un signo de debilidad, por lo que les pido a nuestros representantes que, si no tienen el valor de reconocerlos, al menos tengan la decencia de no utilizar la lucha por la igualdad como parapeto en sus broncas partidistas.
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