El desgobierno del Gobierno

Tengo la triste impresión de que en la España actual no existe Gobierno alguno, no hay más que oposición, es decir, la auténtica, que es la que le corresponde al señor Rajoy, y la otra que es la del Gobierno, que en vez de solucionar los problemas de España, practica la oposición, a la oposición.

A estos seudogobernantes lo que menos les importa son los problemas del paro, de la crisis galopante, la pobreza en que ya está sumida la mayor parte de los españoles, respetar y hacer respetar la Constitución, porque parece que quien tiene la obligación de velar por ella ni se entera o no se quiere enterar. Eso sí, para la distracción de los ciudadanos, nos montan el circo, que consiste en hacer de cualquier banalidad, aumentada por cierta clase de medios de comunicación. Los insultos, o cosas que hasta cierto punto son banales, pero claro, cuando sale algún caso de machismo, yo también añadiría feminismo excesivo, que tanto monta. Así nos distraen de las realidades más latentes de este momento que nos está tocando vivir, para enzarzarse en discusiones superfluas, que no van más allá de meras anécdotas que ya estamos padeciendo durante años. Recuerden aquello del tahur del Mississipi, lo de Soledad Becerril, los antiguos y actuales insultos a Rajoy en el mismísimo Congreso de los Diputados o cuando la hoy ministra de Defensa insultó a España y a los españoles, haciéndose solidaria con aquel catalán de cuyo nombre no recuerdo, como si ellos pertenecieran a cualquiera de aquellos países, que se inventaban los hermanos Marx.

Pues en el colmo del insulto, después de todo lo que dijo, terminó siendo ministra y nada menos que de Defensa, merced a hacer concesiones a Cataluña. Bueno, todo esto lo hacen estos llamados de izquierdas y no pasa nada, porque parece ser que tienen patente de corso.

Y cuando llamaron a Rajoy mariposón, que por cierto el orgulloso Zerolo ni se inmutó, qué casualidad, que cuando parte la cosa de ellos no abran la boca. También tengo la triste impresión de que ya ni se preocupan de la crisis, esa se la dejan para el que venga detrás, que, claro, será mucho peor de solucionar. Ahora, por lo que se vislumbra, lo principal es acabar con la ETA, ¿a qué precio? Están buscando la forma de cortar ese chorreo de votos que se están dejando estos personajes, y que tratan de recuperarlos, no sacando a España de este pozo en que nos metieron, que si bien es un problema internacional, o fue, jamás trataron de buscar soluciones, por muy antisociales que sean, que los son y lo serán, pero claro los votos son los votos y la poltrona es muy triste para ellos dejarla.

Indudablemente Zapatero me parece que ya empieza a pintar poco en todo esto, me parece que tratan de hacerle una salida digna y para eso está el nuevo-viejo vicepresidente, porque es, al parecer, al que le gusta mucho torear a los separatistas vascos.

El alcalde de Valladolid, indudablemente, no estuvo a la altura de las circunstancias, sobre todo de un político que se precie, no debía haber pensado en alto, pero como ahora al parecer en política vale todo.

Pasemos de una vez por todas de todo esto y miren de una vez para siempre la forma de gobernar, porque lo que es, hasta ahora, no le dieron ni un palo al agua y convirtieron a la política en una especie de sarao de siglos atrás, vamos, de la época de los virreinatos de América; quien lo diría de estos que se llaman progresistas, qué hicieron de una España grande antes, la empequeñecieron hasta límites que no había conocido en mis años de existencia; dirigidos por estos socialistas o zapateristas, como dicen ahora. Pero que sólo se ponen enérgicos cuando dice algo la oposición, la de verdad, a esa a la que culpan de todos los males de España. A ver si alguna vez recuerdan su pasado, eso que con tanto bombo y platillo llaman la memoria histórica, pero ¿memoria histórica de quién? de todos o de unos.

Sale ayer el ministro de Fomento, me parece, y dice que a Rajoy se le ve el plumero, siempre tiene en boca a Rajoy, qué pesadez, como se puede interpretar eso del plumero, claro ante su claque, que para eso están, para ovacionarle y aclamarle y, a la vez, por si cae algún enchufe, porque estos más que políticos ya me empiezan a parecer electricistas.

Bueno, algo hay que perdonarles, porque, al parecer, la culpa de la crisis se debe a causas antropogénicas.

¡Ah! y el otro día me vino un amigo muy preocupado porque parece ser que tiene una pequeña tierra y ya empieza a dudar de si será él el propietario, aunque me dice que tiene la escritura ante notario, pero me dice que como Zapatero dijo aquello de que la tierra pertenece al viento, claro, mi amigo está un poco preocupado, porque él, al que paga por la pequeña finca es a Hacienda. Vaya unas filosofías baratas.

Alberto Sorribas Menéndez, Oviedo