Un 10 al Hospital Monte Naranco
Pecando de poca o ninguna originalidad, quisiera hacer uso de este vehículo que nos ofrecen a los lectores de LA NUEVA ESPAÑA para expresar el mayor de los agradecimientos a las y los profesionales de la sanidad pública asturiana. En concreto, porque nada hay mejor que poner como ejemplo las experiencias vividas en primera persona, a todo el personal de la planta segunda del Hospital Monte Naranco de Oviedo.
No nos engañemos, la media de la edad de los pacientes que nos pasamos por ese hospital no es baja. Ya no estamos en garantía, precisamente. Somos más para reparar. Incluso puede que alguno de ustedes asocie ese centro sanitario a una última parada, a la despedida y cierre. Siendo cierto en parte, también me gustaría dar visibilidad a la no poca gente que salimos de allí casi casi como nuevas.
Y toda esa vitalidad renovada nos la insufla el personal que allí trabaja, con una profesionalidad a prueba de estrés laboral, que nos ofrecen su mejor desempeño con una sonrisa. Fui una privilegiada por tenerlos a todos de mi lado y por ello quiero mostrarles mi más sentido agradecimiento, de la primera al último.
Mi recuerdo más afectuoso y mi gratitud, desde la 231A.
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