Oda a D. Alberto Núñez Feijóo
Desde Galicia ha llegado / un gallego agallegado/ y vino a la Villa y Corte/ a regir la pepería, / y de nuevo en el partido / ha reinado la alegría. / Como no era diputado / para poder debatir / con el Presidente Sánchez, / lo enchufan en el Senado, / y en sesiones de control / pretende venir por lana / y se marcha trasquilado. / Llegó como el Redentor, / el Mesías esperado, / para cubrir la vacante / que dejó Pablo Casado. / Poco tiempo ha transcurrido / y muchos en su partido / ya cuestionan su valía, / que está muy flojo en cultura / y lego en economía, / y además manipulado, / pues le marcan el camino / y dicen que está ayusado. / Si aquí para andar por casa / ya muestra tales carencias, / si ha de salir por Europa / enseñará sus vergüenzas. / Después de haber visto a Pedro / dirán que guapo no es, / y además para más inri / sin saber hablar inglés.
Bueno, no quisiera aburrirles más con esta poesía barata, así pues, pasemos a la prosa, aunque tampoco sea excelsa. Ansiosos andan los tres partidos de la derecha por alcanzar el poder, con una campaña orquestada de acoso y derribo del Gobierno que hemos elegido los españoles en las últimas elecciones, sin reparar en los medios y poniendo en riesgo las instituciones y la misma democracia, amén del prestigio del propio país, ellos que tanto dicen amarlo. Y a esta campaña vergonzante, se suman, cómo no, los medios de comunicación del «Movimiento» y otros poderes fácticos entre los que, a buen seguro, no faltarán empresas de renombre. Ya hicieron lo propio en 1996 en aquella otra campaña encaminada a derribar el Gobierno de Felipe González.
Bueno, pues estos salvapatrias son los llamados a gobernarnos después de las próximas elecciones, si Dios no lo remedia. Son negacionistas, la pandemia del covid no ha existido, los muertos de aquella tragedia mundial los minimizaban o multiplicaban a su conveniencia, los paquetes bomba recientes tampoco son reales y solo si les detonase uno donde yo sé, cambiarían la versión. Y el cambio climático no existe como tal, seguramente es un invento del mago Sánchez, «ni la tremenda sequía es cosa nueva, ya existía en el pasado y por eso los romanos trajeron los acueductos». Lo que no supo aclararnos la simpar Ayuso es cómo los trajeron, si en un tráiler o a lomos de los elefantes. Esta y otras perlas de la Venus del Espejo deberían enmarcarse para la historia por su enorme valor científico.
También en el PP asturiano andan de renovación. El candidato, un tal Canga, no parece muy conocido en las esferas populares, tal vez lo conozcan mejor en las élites, pero es obvio que viene pródigo de optimismo, vendiendo humo a espuertas y con ese marcado sesgo ultraliberal tan propio de esta tropa; menos sector público y encauzar los recursos hacia lo privado. Y viene fanfarrón el maromo, debe de tener una varita mágica. Sr. Canga, lo primero es ganar y, si así fuere, a trabajar con humildad, que el milagro de los panes y los peces ya data de hace más de dos mil años y ya ni los propios sotanas se atreven a mencionarlo por su similitud con los cuentos de Calleja.
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