La Nueva España » Cartas de los lectores » La conjura de Gabino

La conjura de Gabino

21 de Noviembre del 2010 - Martín Montes Peón (Oviedo)

Si existe alguien al que se le pueda señalar como responsable de la nueva crisis que viene padeciendo el PP de Asturias no es otro que el que responde al nombre de Gabino de Lorenzo Ferrera. Creo que va siendo hora de que llamemos a las cosas por su nombre, y ya que, por desgracia, parece ser que Asturias continúa una vez más condenada a no contar con políticos que den la talla, es el momento de situar a cada cual en el lugar que le corresponde.

El todavía alcalde de Oviedo manifestó en estas mismas páginas allá por el mes de mayo su convicción personal de que el señor Álvarez-Cascos, el galáctico, como el propio Gabino definió, arrasaría en las próximas elecciones autonómicas, para pasar a calificarle tan solo tres meses más tarde como el más depravado de los seres que pueblan nuestro país y parte del extranjero. Para alguien que no haya seguido puntualmente la trayectoria política del señor De Lorenzo posiblemente se le haga imposible digerir semejante cambio de opinión en tan corto período de tiempo, pero todo en esta vida tiene una explicación, y la del cambio de opinión de Gabino no es otra que la de un asuntillo que desemboca en un incierto galimatías denominado «Villa Magdalena».

Modestamente, creo que no se necesita ser un genio para adivinar lo que dio de sí la comida que Gabino mantuvo con Cascos en Madrid, en el caluroso mes de julio pasado. Los pormenores del diálogo se desconocen, obviamente, pero conociendo el paño es seguro que Gabino solicitó de su compañero de partido y mantel su incondicional apoyo para cuando la tormenta de «Villa Magdalena» arrecie. A nadie se le escapa que tal como se han ido desarrollando los hechos no sería nada aventurado afirmar que el asunto de las recalificaciones de suelo y subsuelo llevadas a cabo de manera completamente al margen del procedimiento administrativo, para tratar de subsanar la monumental metida de pata en el proceso de expropiación de «Villa Magdalena» bien podrían acabar llevándose por delante a algún que otro político, e incluso hacer que el propio Gabino tuviera que terminar saliendo de la política por la puerta trasera. Naturalmente, no se trata en este caso de un berrinche más de Rivi o de Paloma, que como opositores a Gabino han denunciado puntualmente los hechos, sino que alguien tan poco sospechoso como el discreto grupo inversor Masaveu también ha tomado cartas en el asunto ante lo que se presume como un presunto delito con gravísimas consecuencias para la ciudad de Oviedo.

Así que siguiendo más o menos cronológicamente los acontecimientos del súbito cambio de parecer de Gabino frente a la candidatura de Cascos, y dando por sentado que a este último se le podrá tachar de cualquier otra cosa, menos de imbecil, cabe pensar que no esté por la labor de unir su suerte política a la de un Gabino de Lorenzo que puede resultar salpicado directamente por el escándalo que lleva aparejado el desenlace del peor de los contenciosos a los que hasta ahora se haya enfrentado. Solo desde este punto de vista se puede entender la postura, tan radical como suicida, que ha tomado Gabino. Solo así se puede entender que haya dado un giro de tropecientos grados. Y solo así se entiende que saltándose cualquier tipo de ética política, ninguneando al «desaparecido» presidente del PP de Asturias y autoproclamando candidata a una señora concejala de su equipo, que con todos mis respetos ha de ser muy conocida en su casa a la hora de cenar, pueda hallarse una explicación razonable a semejante desatino que amenaza incluso con la ruptura interna de su propio partido. Curiosamente, todos los cargos, carguitos y demás asociados que le dan el parabien a Gabino son los ya tradicionales pelotas que merodean a su alrededor, pues se ha visto que quien hubo osado en mostrar desacuerdo fue rápidamente cesado, defenestrado y condenado a sueldo base.

Lo realmente triste de toda esta historia es que tenemos que asistir nuevamente a un espectáculo incomible, en el que nada importa el futuro de nuestra maltrecha Asturias. En lugar de centrarse en agudizar el ingenio para ver cómo resolver los tremendos retos a los que se enfrenta nuestra región consumen el tiempo en absurdos personalismos que no conducen a ningún sitio. No por casualidad, una buena parte de los electores, que somos al fin y al cabo quienes tenemos la última palabra, estamos convencidos de que la inmensa mayoría de los políticos que nos representan son mucho antes un problema que una solución. Claro que sé que es lo mismo que pedirle peras al olmo, pero invitaría a los ciudadanos en general, y a los políticos en particular, a que leyeran y reflexionaran con detenimiento el acertado editorial de LA NUEVA ESPAÑA del último domingo de octubre. Seguramente que se pueden encontrar bastantes claves, cuando no respuestas, a cuanto he tratado de transmitir.

Martín Montes Peón, Oviedo

Cartas

Número de cartas: 48976

Número de cartas en Diciembre: 99

Tribunas

Número de tribunas: 2175

Número de tribunas en Diciembre: 3

Condiciones
Enviar carta por internet

Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.

» Formulario de envío.

Enviar carta por correo convencional

Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:

Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo
Buscador