En el recuerdo de Sabino Coppen
Sin el privilegio de poder manifestarnos «a bote pronto», tal y como tan acertadamente ha hecho el señor Fandós y el amigo Gracia Noriega, y tras el remanso que da el paso de unos días, vaya desde aquí nuestro más cordial reconocimiento de amistad a la persona objeto de este recordatorio.
Y es que la grandeza de una ciudad pequeña (aparente contradicción) hace que en seguida se perciba la luz de los personajes de altura. Muy recordados quedan los ecos de su afición cantarina y guitarrera, más si cabe en el escenario entrañable del Bar Sport (1961-1994), donde los componentes de la tunantería universitaria cursamos muy alargados estudios con nocturnidad premeditada. La fauna del Bar Sport incluía un variopinto muestrario de bebedores y jugadores, de charlatanes y contertulios, de filósofos de mensajes de tiza en el pared (Cesu Sport) y de catedráticos de póquer (Porfirio Suárez Amor «El Porfi»), de drogadictos de medio pelo y de progres de menos pelo todavía. Hoy, y entre todos, con el telón de fondo de los frescos del artista Antonio Suárez, recordamos el concierto inagotable de tantas noches cantarinas, y en las que los boleros de Sabino Coppen, no sin el reclamo previo de un silencio sepulcral, tenían una elegancia musical imborrable.
Nadie sin embargo, todavía, se ha atrevido a recordar a Sabino Coppen como el inventor hace 32 años de la popular «Marcha a Pie a Covadonga», organizada por el Centro Asturiano de Oviedo, del que era socio. Lástima que a más de esto, y teniendo como referencia el popular y hermoso himno «Gijón del Alma», Sabino se haya quedado con las ganas, tal y como más de una vez nos reconoció personalmente, de que la música ovetense alumbrara otra canción hímnica que tuviera a Oviedo, su querido Oviedo del alma, como mensaje popular hecho canción.
Quién sabe si ahora desde el más alto escenario, y al aldo de Wima Artamendi, Luis Cueva, Cesu Sport, y El Porfu, ¡vaya quintento de lujo!, Sabino Coppen saldrá adelante con su empeño. Estaremos muy atentos. Por todo, gracias querido amigo por honrarnos con tu amistad.
Félix Martín Martínez
Oviedo
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