La realidad económica española
La perseverancia de nuestro Presidente en asistir a la cumbre de Nueva York del día 15 es digna de elogios. Lo consiguió, España estará en la cumbre más importante de las últimas décadas. Pagando un precio muy alto; su orgullo y dignidad es el orgullo y dignidad del pueblo español.
¿ Servirá para algo la cumbre? A nivel mundial puede que sirva para dar un giro a la política económica. A nivel nacional nos ayudará más bien poco. Nuestros problemas son más caseros que internacionales. Primero están las barreras autonómicas con sus 17 realidades «económicas». Después el paro, la inflación, los bajos sueldos, el boom inmobiliario, etcétera.
Pero el problema más serio es la falta de confianza del ciudadano, la confianza es el motor diésel de la economía. La gente no arriesga un céntimo por miedo a que todavía vengan tiempos peores. Así que Zapatero menos Nueva York y más España, nuestros problemas están aquí y usted no hace nada para solucionarlos. Denos esperanza o al menos alguna ilusión. Nuestra realidad es ésta y en EE UU no está ni la causa del problema ni su hipotética solución.
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