El poli infiltrado por un túnel estrecho
Pepe Gotera y Otilio están de vuelta para recordarnos que somos lo que siempre hemos sido: el culo del mundo. A ver cómo le explica usted a un damnificado por la LOGSE, sin entrar en contradicción, que los túneles de Asturias y Cantabria son más pequeños que los trenes esteparios que pretenden enviarnos, o lo que es lo mismo, los trenes esteparios son más grandes que los túneles de Asturias y Cantabria, construidos a tal efecto. En definitiva, y a pesar de que estamos en Europa, los trenes no caben en los túneles. Me mondo.
Aún no me había repuesto de la vergüenza y el bochorno de esta noticia, cuando me llega el notición referido al policía infiltrado, entre la “pasma” (de pasmado) independentista catalana.
Un tipo bien armado y experimentado, convertido en un topo de la Policía en entornos okupas y proseparatistas de la CUP, para obtener información de las hembras activistas de flequillo de hacha, se ve obligado a realizar el acto patriótico de mantener relaciones “sexoafectivas” con al menos ocho de estas exigentes cuperas, no por vicio ni fornicio, sino por necesidades del servicio.
Cinco han sido las que, “orientadas” por colectivos como Irídia, el sindicato CGT y el Gobierno catalán, han decidido denunciar al apuesto 007, también a sus superiores y al Ministerio de Interior (y no sé si también al Ministerio de Igualdad, por si encaja lo del “sí es sí”).
Creen las “damnificadas” (un decir) que el aparato del Estado infiltró a este policía practicante del poliamor para seducirlas, con el único propósito de obtener información sensible sobre las actividades en las que pudieran estar implicadas. Ni qué decir tiene que de saber que el poli era poli en ningún caso habrían tenido nada con él.
La lista de cargos de las justamente cabreadas, furiosas y ultrajadas activistas va desde un delito de “abusos sexuales continuados hasta delitos de tortura y contra la integridad moral, pasando por revelación de secretos y vulneración del ejercicio de los derechos cívicos”.
Los que ya peinamos canas recordamos a Lobo, héroe legendario infiltrado en el entramado de ETA en España y probablemente “culpable” de evitar muchos asesinatos sanguinarios de la banda terrorista.
Este otro héroe contemporáneo, macho alfa Dani, se infiltró (por eso es un policía infiltrado), arriesgó su vida y, supuestamente, sus preferencias sexuales (manda carallo), en pro del cumplimiento de la misión encomendada por sus superiores.
Si se trata de votar sobre si el infiltrado es, a pesar de los “inconvenientes”, merecedor de una condecoración vitalicia por su arrojo y valentía en cumplimiento de su deber, voto “sí”. Misión cumplida.
Como diría Felipe González, “el Estado también se defiende desde las cloacas", a lo que habría que añadir: ¡Y desde las alcobas!, que en la guerra y el amor todo está permitido.
Saludos cordiales.
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