Defendiendo la presunción de inocencia una vez más
Viendo la gratitud y hasta la valentía con la que Mario Vargas Llosa habló de la presencia de su amigo, el rey Juan Carlos, en los actos con motivo de su ingreso en la Academia Francesa, volví a pensar en la importancia de la amistad verdadera cuando, como decía la canción, son "malos tiempos para la lírica". Y sentí la necesidad de escribir estas líneas, para esta sección de LNE, porque tengo la convicción de que no es sino ser amigo y ser honesto el defender a quien conoces y respetas de los infundios que se publican contra él y con el daño -moral y económico- que se ocasiona al hacerlo en los medios de comunicación.
Es por ello, entre otras razones, por lo que hoy yo quiero decir públicamente que estoy con Francisco Alvárez-Cascos. Que defiendo su honestidad como amiga, sí, pero que, como demócrata convencida, defiendo el Estado de Derecho, la presunción de inocencia recogida en nuestra Constitución y a la que tiene derecho cualquier español, y que defiendo también el derecho a una información veraz, derecho ciudadano que se viola por los medios que, como en el caso de Cascos, prejuzgan la inocencia y proclaman la presunción de culpabilidad utilizando, en sus "informaciones", expresiones calificativas como la "opacidad" de la actividad laboral de Cascos una vez abandona la política. ¿Qué opacidad en una actividad publicada en la página web de las empresas referenciadas, con declaraciones de IVA, IRPF y sociedad al día? Cascos no se aprovechó, como otros, de las "puertas giratorias" que lo colaran en un consejo de administración de alguna empresa para seguir cobrando y bien. Cascos se buscó la forma de vivir honradamente, como siempre.
Pero es que aún hay más: hablar de la que fuera esposa de Cascos como "mujer florero", teledirigida por él, no es solo desconocer la trayectoria profesional de María Porto antes de conocer si quiera a Cascos, sino también su forma de ser y, además, un insulto a las mujeres, y más ahora que tanto y tanto se habla y se escribe del "empoderamiento" de la mujer. Dónde, me pregunto, están las feministas para defender a María Porto de quienes escriben de ella como una "mujer objeto"? Ah, sí, ¡que solo están ocupadas y preocupadas en la defensa de Rociíto, que sí es una "mujer trabajadora". Esto, una vez más, es el mundo al revés.
Con razón W. Churchill dijo: "Una mentira puede recorrer la mitad del mundo antes que la verdad tenga la oportunidad de ponerse los pantalones".
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