Del fiasco de los trenes Feve a otros fiascos garrafales

Es criticable que unos trenes recién adquiridos por la empresa pública Feve tengan unas dimensiones superiores al gálibo máximo que permite la línea férrea, gálibo que respetan los trenes que hasta ahora venían funcionando en ella. Pero lo importante es averiguar dónde se rompió la cadena de comunicación, para que no vuelva a ocurrir.

A continuación, comento varios de los fiascos que he conocido en estos últimos años.

El caso de los trenes que no cabían en la estación:

La poderosa Société Nationale des Chemins de fer Française, la SNCF, encargó a Alstom la fabricación de 2.000 nuevos vagones de tren por un importe de inversión total de 15.000 millones de euros. El problema es que los vagones son tan anchos que hay más de 1.000 estaciones en las que no pueden entrar. Es decir, la SNCF tuvo 9 años antes que Feve el error de no tener en cuenta el gálibo máximo de la línea. Ahora tendrán que rebajar la superficie de los andenes, lo que supondrá un coste de más de 50 millones de euros, y el retraso consiguiente.

El extraño caso del submarino que no emergía:

En el año 1997, recién instalado José María Aznar en la Jefatura del Gobierno, gracias al conocido como "pacto del Majestic" con Jordi Pujol, lo que le permitió tener mayoría para gobernar, la Armada encarga a Navantia la construcción de 3 submarinos de un nuevo modelo, denominado S 80, para sustituir a Clase Galerna, que habían sido construidos con Francia.

Iniciada su construcción en el astillero de Cartagena, la empresa pública Navantia se encuentra con que el prototipo que ha construido sí se sumergía, pero no emergía. Alguien de los ingenieros se había olvidado del viejo Principio de Arquímedes. La causa de que el submarino no emergiese era que el peso del prototipo excedía en 70 Tm el inicialmente calculado.

Navantia, por fin, decide aumentar el arqueo del prototipo. Pero se encuentran que si lo hacen el submarino no cabría en las gradas de armamento por lo que es necesario hacerlas más grande; y así lo deciden.

Ello, además de dinero, supone tiempo. Pero la dilación del proyecto es una bendición para Aznar, porque puede contratar a la empresa estadounidense Electric Boat para que rediseñe el submarino, y así devolver a su amigo Bush la deferencia que tuvo con él al dejarle poner las piernas sobre la mesa de fumador de su despacho, y que se dirigiese a la Prensa con voz de Nuevo Méjico para decir "estamos en ello", que es lo mismo que nos dice Windows cuando le ordenamos que guarde algún archivo.

Pero nada es gratis, y algunos fiascos cuestan carísimo. En el caso dela fabricación de los submarinos de la Serie 80 la intervención de Electric Boat ha supuesto un aumento del coste final próximo al 80 %, por lo que la factura de los 3 submarinos citados alcanza hasta ahora los 3.700 millones de euros.

He escrito lo de "hasta ahora" porque se da la circunstancia de que ni el primer submarino, el S 81 Isaac Peral, ni el segundo el S 82 Narcís Monturiol , llevaran los motores de propulsión modelo AIP, mucho más silenciosos, por lo que es de sentido común pensar que pasado un tiempo la Armada solicite la intervención de Navantia para extraer el sistema inicial de propulsión del Isaac Peral, y del Narcis Monturiol, y sustituirlos por sendos AID. De esta manera Electric Boat tiene lo que se conoce en marketing como "cliente cautivo", o en Román paladino como "tolón tolón perres pal bolsón".

El que sí será botado con el AIP instalado será el S 3 Cosme García Sáez.

Por fin el S 81 Isaac Peral fue votado el 22 de abril de 2021, con la presencia del rey Felipe VI y de la Princesa de Asturias.

El Isaac Peral ha iniciados las preceptivas pruebas de puerto, y pruebas de mar, para una vez comprobado su funcionamiento entregárselo a la Armada en el año 2023.

La A 63, ¿autopista o tiovivo de feria?:

Después de años de adjudicación de la obra, y de la impugnación del PP porque no había sido consultado el Consejo de Estado, cuya opinión es necesaria pero no vinculante, ese partido cuando gobernó sacó a concurso la adjudicación del tramo Pajares-Benavente. Para ello dividió el mismo en dos partes; por un lado la caja de la carretera, y por otro la erección de los pilares que soportasen los numerosos viaductos que volarían sobre ella. De esa manera podía favorecer en lugar de a una constructora a dos; y de todos es sabido que las constructoras son a su vez muy agradecidas con el PP.

El problema surgió cuando una vez terminados los pilares, e iniciada la caja de la carretera, alguien se dio cuenta de que los pilares estaban 10 centímetros más altos que la carretera.

Nadie se quiso responsabilizar del garrafal error, el gobierno del PP no exigió corregirlo, ninguno quiso pringarse, por ello viajar en coche por esa autopista era como viajar en un tiovivo llamado "La Ola" al que en mi infancia subí en las Ferias de San Antonio y de San Miguel, y en las gijonesas fiestas de Begoña. Ahora, a fuerza de sucesivos regados asfálticos, el escalón es menor.