Emoción
Recordatorio de recordatorios. Si dijera el otoño «la primavera está en mi corazón», ¿creeríamos al otoño?
Ayer por la tarde, en casa de un amigo, amigo ya allá desde adolescentes, vimos nuevamente «El abuelo» en celuloide. Nos emocionamos tanto o más que cuando el estreno de esa película.
«El abuelo». Ese abuelo encarnado en Fernán-Gómez, maestro que fue en el arte de embelesar con la voz a los espectadores; arte que tienen algunos actores/actrices en cuanto a poseer la sabiduría de la interpretación que no basta con llevarla dentro sino que además es preciso saber emplearla, regalarla con talento.
«El abuelo». Qué conmovedoras escenas, ¿verdad que sí? Este escribidor, de entre ellas se queda con la que «el abuelo» le hablaba de la soledad a un amigo, y éste, estremecido, le susurró: «A mí me habla usted de la soledad; a mí, que voy por el tercer perro enterrado...».
Amables lectores, con cariño para todas/os vosotros, despedida y cierre. «El abuelo». Ay, las abuelas/os...
Érase una vez.
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