De momias
Hubo un tiempo en el que las pantallas de cines se llenaron de momias. Los de la industria del cine encontraron su particular "filón" en resucitar momias egipcias para el deleite-terrorífico del personal amante del cine de entretenimiento. Así surgieron, "La Momia", "La maldición de la momia", "La tumba de la momia", "El fantasma de la momia", "La mano de la momia", "El regreso de la momia"... Así, hasta más de quince películas sobre este género.
Confieso que no he visto ninguna de ellas (mi referencia es de hemeroteca y de los insoportables anuncios de la tele), a lo más que he llegado ha sido a divertirme con las aventuras de Indiana Jones, al que de vez en cuando se le cruzaba por el camino alguna momia.
Hubo un tiempo también en el que una de las peculiaridades de la política española fue la juventud de sus líderes. Políticos que llegaban a la cumbre del poder con 40 años y una década más tarde el electorado los jubilaba para convertirlos en "jarrones chinos" (por eso Feijóo no encaja en este peculiar relato de la política española). Lo malo de este proceso, y sin saber el porqué ni el cómo, es que los "jarrones chinos" se van convirtiendo en "momias" que, como el monstruo del lago Ness, aparecen y reaparecen para dar la nota o lecciones de "ética" al ignorante pueblo español que a veces vota mal (en palabras de Vargas Llosa). El que más se prodiga, en todo caso, es el inefable José María Aznar.
La momia más esperpéntica, a la que le han desposeído de sus atributos más terroríficos y que, por tanto, solo produce pena, aflicción y vergüenza ajena, ha venido esta vez de la mano de Vox. En este caso, los guionistas han roto la regla de oro del cine de terror, la que coloca siempre a la momia como protagonista principal. Esta vez el protagonista principal se esconde detrás de la momia. Santiago Abascal no quiere dar la cara en la moción de censura contra el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez (sabedor de que la moción no va a triunfar). Para ello ha encontrado en Ramón Tamames su momia particular (con 89 años, supera en cuatro a otra momia ilustre de la política española, el emérito fugado). A sus excamaradas del PCE, presentes en el Gobierno y en el Parlamento de la nación, sinceramente, no les arriendo las ganancias, ¡menudo vía crucis!, escuchar a su antiguo camarada, en la sede de la voluntad popular, el Congreso de los Diputados, renegar de los años gloriosos del "Partido" para defender ahora a los herederos de la momia que durante 40 años sembró de terror a la sociedad española y fusiló a miles de sus camaradas.
No hay que olvidar, en este "vodevil" de la política española con el que Vox nos entretiene, los esfuerzos que en su momento hizo por convencer a otra ilustre momia, Felipe González, para que representase a los "españoles de bien". Feijóo habría tenido muy difícil votar en contra.
(*) Tal día como hoy, 23 de febrero de 2023, hace 42 años, los guardianes del espíritu de la momia fascista pretendieron recuperar su "legado". Hay que reconocer que consiguieron meternos el miedo en el cuerpo y de paso bloquearon la autopista por la que se encaminaba la democracia y consiguieron que transitáramos por vías secundarias.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo