La ley de la inercia y el instinto de supervivencia
Hay una ley que todos obedecemos, más o menos. La ley de la inercia: "Cuando el autobús frena, nuestro cuerpo tiende a seguir". Seguimos en reposo o en movimiento, a no ser que pase algo, a no ser que se nos aplique una "fuerza" que nos haga cambiar nuestro estado inicial. Seguimos en lo que estamos, con lo que estamos y con quien estamos, obedeciendo la mencionada ley.
A lo largo de la vida, cambiamos un poco nuestro pensamiento inicial porque la fuerza de la razón influye y nos modera.
La fricción de las ruedas con el asfalto puede reducir la velocidad del coche, pero no cambiar el sentido de la marcha. ¿Qué circunstancias han cambiado el sentido del pensamiento del economista Ramón Tamames? Yo lo vi en la extrema izquierda y ahora lo veo en la extrema derecha... No lo veo inteligente, sí lo encuentro sorprendente. Por inercia quiere seguir siendo protagonista. Su afán de protagonismo, por encima de todo.
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