El tráfico de Lugones
En LA NUEVA ESPAÑA leo con terror (como afectado por el tema por ser vecino de Lugones) la noticia con el titular que dice: «El PSOE de Siero propone convertir en peatonal el centro de Lugones», y subtitula: «IU solicita un estudio del tráfico que permita abordar la reducción de las emisiones contaminantes en la localidad».
Como afectado, considero que el problema de los habitantes de Lugones no es que el tráfico circule por sus calles, sino las ocurrencias de todos estos cerebritos, estos fenómenos metidos en política. Espero que no todos los partidos que se presenten a las elecciones locales próximas en Siero compartan las mismas ocurrencias, para poder decidir como afectado qué ocurrencias apoyo con mi voto, y cuáles veto.
El tráfico está constituido por la circulación de automóviles, dentro de cada cual va, no un marciano ni un delincuente que nos esté amargando la vida a los habitantes de Lugones con un problema que esperamos ansiosos a que estos cerebros nos resuelvan con sus ocurrencias, sino uno (o varios) vecinos de Lugones que tienen que ir por ahí en ese momento para desarrollar su vida. El tráfico es el desenvolvimiento de la vida de los vecinos de Lugones. Cortarlo o coartarlo es sentirse muy poderoso por parte de un majadero, por tener el poder, gracias a la política, de dañar la vida a todos. Lo que hay que hacer es dar más facilidades, abriendo más calles al tráfico. Por ejemplo, en la zona de la estación de Renfe, dándole más salidas a los numerosísimos (y cada vez más) habitantes de esa zona que ahora tienen, para salir y entrar en ella, unos embudos que en muchos casos obligan a circular innecesariamente por el centro; para ir, por ejemplo, de la estación a la autopista «Y», hay una cortísima calle peatonal y taponada al final por un negocio, que podría conducir directamente, si estuviera abierta al tráfico, todo el tráfico desde esa zona a la rotonda principal, sin tener que dar como ahora una absurda y enorme vuelta por todas las calles del centro, sobrecargándolo como ahora. En resumen, el tráfico responde a una necesidad y no se puede cortar. Y cuanta más peatonalización, más sobretráfico y más atascos en las zonas que vayan quedando para circular; y más vueltas y kilómetros hechos de más; y más retenciones y más contaminación. Hay que favorecer la fluidez, lo que no se consigue cerrando calles al tráfico. Socorro, PP.
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