Votar es un deber
Votar no es un juego ni un placer, es un deber de todos los ciudadanos.
La falta de argumentos para atraer a los votantes hace, que cada vez que se convocan elecciones, los partidos políticos malgasten el dinero haciendo vídeos de una vaciedad, grosería e inmadurez increíble. Los calificativos reprobables que se pueden dedicar a los vídeos utilizados por determinados grupos aspirantes al gobierno de Cataluña son infinitos, como innombrables los sentimiento de vergüenza, asco y bochorno que nos producen.
El denominador común de algunos de ellos, además de la falta de imaginación, es la idea que tienen de que a través del sexo se puede incrementar el número de votos de los jóvenes, dejándolos a la altura del betún. Nuestros jóvenes, estimados políticos, no tienen encefalogramas planos, son inteligentes y saben perfectamente, cuando, cómo, y donde, han de utilizar el sexo para dar rienda suelta a sus placeres, y que nunca se acercarán a las urnas para conseguir un orgasmo. Sin embargo, a las juventudes socialistas del PSC parece que les va este tipo de marcha como así lo manifiestan en su vídeo titulado Votar es un placer. Como siempre, es una chica la que escenifica todo el ridículo proceso erótico que se inicia con la elección del sobre hasta que lo deposita en la urna, en la que ya consigue el cenit de sus jadeos con un placentero orgasmo. ¿Y, digo yo, por qué no habrán elegido a un joven cachas, con los botones de la camisa desabrochados, en esa tesitura?
Por necio e inconsecuente con sus predicamentos, el mensaje se merece mi total desprecio.
¡Prepárense los colegios electorales, por lo que ese día pueda pasar ante las urnas!
Prepárense, porque el vídeo que utiliza Montserrat Nebrera para proclamar las bonanzas de su diminuto partido Alternativa de Coverm, conducen al espectador entre jadeo y jadeo, hasta la aspirante a la candidatura del Gobierno envuelta en una toalla y dejando tras de sí las huellas de una aventura erótica. A tal sandez le dedico mi más sonoro silencio.
Prepárense, también, porque el independentista Laporta ha contratado a una actriz porno para hacer su publireportaje, que actúa en lo suyo y, para mayor humillación de los catalanes, canta una y otra vez una canción popular que, desde luego, no ha sido creada para esos fines. A tal mamarrachada, no le dedico nada de nada.
Y, como broche final, me reservo el increíble videojuego en el que Alicia Sánchez-Camacho, candidata del PP catalán, se convierte en la heroína Alicia Croft, que cabalgando sobre un ave blanca - supuesta gaviota, pero con pico de pato- va disparando a diestro y siniestro a todo aquello, y aquellos, que no la complacen. Liquidar no es proponer, así que, estimada heroína, también puede que alguien dispare sobre su ave, se vaya usted al suelo y se pegue un gran batacazo. Aunque el videojuego sea modificado o retirado, el daño al PP y, sobretodo, a sus votantes, ya está hecho. Por su inoportunidad y falta de talento, dedico a Sánchez-Camacho mi mayor crítica y decepción.
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