Real Oviedo: querer es poder
No me cabe la menor duda, como tampoco cabe en cabeza alguna, de que esta plantilla haya dado un giro de 180 grados. Este brusco viraje hace que ahora, a día de hoy, no os reconozcamos.
Vemos los partidos en televisión o acudimos al Tartiere temerosos y a la vez esperanzados… ¿a ver cómo sale hoy? Volvemos a quedar atónitos, ya que encontramos de nuevo a un Oviedo desdibujado, apático, entrando tarde en el encuentro, con balones aéreos, pases imprecisos, dubitativos, perdidos, etc. Resumiendo: un juego que no es habitual en vosotros.
Mas no vengo aquí para echaros la bronca, ni soy nadie, ni es mi estilo. Para abroncaros están el entrenador, la directiva y a quien le corresponda. Las estamos pasando más que canutas. El fútbol es pasión y nuestra pasión es el Real Oviedo. ¡Dios mío! Temer por un descenso a estas alturas de la temporada es un horror, una pesadilla. Nos negamos a pensar en alto en ese pavoroso descenso, no va a ocurrir.
Escribo para alentaros, solo quiero aportar mi pequeño granito de arena. Me alegraría que, estando concentrados en el hotel, cayera en vuestras manos el periódico y leyerais esta carta. Es más o menos lo que opina el oviedismo.
Vamos a comenzar con llevarnos esos tres puntos contra el Tenerife. Grabaros a fuego en el coco: vamos a ganar al Tenerife. Desde el primer segundo hasta que pite el árbitro, pensad: ¡vamos a por el partido! Que vuestras botas se muevan con garra y gana, que os inunde el coraje, que volváis a luchar y pelear, pelead como si no hubiera un mañana, que se largue la apatía. Seguros de que vais a intentarlo esta vez.
Sois vosotros, sois lo que erais.
¿Que estáis desanimados, desorientados? (que nos consta)… lo entendemos (si no seríais de piedra). ¿Cómo no vais a estar bajos de moral? Formáis parte de un club histórico, un club honroso de una bella capital amada por todos, asturianos, españoles, amén de turistas. Y lo principal, una afición de Primera División, fieles a muerte e incondicionales a las duras y a las maduras. Acabar con esta desmoralización comienza por ganar este viernes; quedaréis henchidos al llevaros el goloso y ansiado triunfo.
El Tartiere será una olla hirviendo. Vamos a darlo todo, y vosotros debéis hacer lo mismo. Luego creéroslo, hombre, ¡creéroslo! Un gol y portería a cero, ¿y por qué no dos golinos? Que toda sequía se acaba... Haceros grandes y creced, mostrad vuestro mejor nivel de juego profesional. La afición os lo ruega y os lo suplica.
El equipo está en el peor momento de la temporada. Pero hemos tocado techo y vamos a ir hacia arriba. No hay mal que cien años dure, y creo que va a llegar la remontada. ¡Ojalá no me equivoque! Pasa en las mejores familias, en este caso en los clubes.
Insisto: subid la moral, embrague y acelerador, ¡sí se puede, sí podéis! ¿Si no otra vez enfrentados? No.
A Cervera le rogamos también que intente una fusión y logre un equipo compacto, en bloque ¡todos a una! Que os suavice, os infunda confianza y, claro está, que os entrene lo mejor que sepa y pueda. Que haga bien los cambios y a tiempo y que no tire la toalla, “algo que es comentado y salido en prensa”. Señor Cervera, le pedimos que no se deje caer, coja la toalla con entusiasmo de nuevo. Para terminar, le pediríamos con todo respeto a los dos Borjas como titulares. Las dudas se nos van cuando reconocemos que sois “un buen amigo”.
Nos han crecido los enanos, muchos percances, demasiadas lesiones y eso os pesa mucho. A nadie, ni a vosotros ni a la afición, repito, a nadie le interesa no permanecer en la misma categoría.
Muchos saludos y condolencias a Rodrigo Tarín por su lesión. Te echaremos de menos. Que el parte médico de Luismi sea favorable.
¡Hala Oviedo, adelante! ¡Enloqueceremos si os vemos ganar!
Con todo mi cariño a los lectores. Un abrazo.
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