Cosadiella teatral
Si alguna época de esplendor tuvo el teatro asturiano, se debe solo a él, del que fue su fundador y propulsor.
Él lo creó, le dio forma, y lo sostuvo, estrenando infinidad de obras, creando maravillosas interpretaciones; y encima logró hacer escuela de teatro.
Criticado por dedicarse al teatro asturiano, recibió muchas censuras por malbaratar su capacidad histriónica en empresas muy inferiores a sus merecimientos, porque no era un simple actor cómico.
Capaz de provocar fácilmente la hilaridad, aunque en no pocas ocasiones demostró ser muy capaz de abarcar lo dramático y lo trágico, nadie como él supo hacer reír y llorar, y dio alma, vida y muerte al teatro regional.
Era Asturias, el rapsoda de Asturias, el juglar de la quintana y la encarnación del alma inmortal de la tierrina.
La risa es patrimonio de los pueblos viejos, de las plenitudes culturales. Sobre aquellos que no quisieron concederle beligerancia artística, triunfaba, porque su arte era terriblemente eficaz sobre el pueblo.
Pocos teatros regionales han tenido la fuerte personalidad del teatro asturiano. Sin él, el teatro asturiano no hubiese sido nada.
¿Qué es lo que nuestros próceres han hecho para perpetuar su memoria? Absolutamente nada.
Respuesta: José Manuel Rodríguez Loredo, "El Playu" (Arriondas, 1904 - Gijón, 1946).
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