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Felicidades, papá

18 de Marzo del 2023 - José Alfredo Muñiz González (Salinas)

Tal día como hoy, te gustaba celebrarlo en familia. Celebrábamos San José, tu santo, y el mío. Aunque a mí siempre me gustó más utilizar Alfredo, en honor al abuelo.

Uno de los últimos regalos que te hice fue «El Quijote» de Cervantes y mi novela “El testamento del Gallo”. Sin embargo, nunca charlamos sobre el mensaje profundo que pretende transmitir el relato. No quería preocuparte.

Llevaba más de 30 años fraguando el tema para cuando llegara la hora de la verdad; hasta hice un máster sobre Empresa Familiar; ejercí de tutor de otras sociedades y profesor de emprendedores. Mis artículos fueron reproducidos por el Instituto de Empresa Familia y por diversos diarios, como LA NUEVA ESPAÑA, hasta escucharon mis consejos en la página de formación del Banco Santander. Tu fiel amigo Sergio me advirtió de corazón sobre los riesgos del porvenir, el «marqués» gallego tenía razón. Tal vez, esa sea la causa de que mi novela se desarrolle en Galicia. Aunque la disparatada historia es pura ficción, cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

Emilio Serrano supo destilar a la perfección el gran mensaje de mi obra: «Sabios consejos que ayudan a decidir el rumbo de una Empresa Familiar», «buscar fórmulas para asegurar el futuro de una Empresa Familiar», reseña el rey del alambique sobre “El testamento del Gallo”.

Emilio es una persona noble, fiel y sincera; premio de la Asociación Asturiana de Empresa Familiar por su compromiso en la continuidad de futuras generaciones. Una saga dedicada al alambique desde hace cinco generaciones, más de 200 años. Él, mejor que nadie, comprende por qué solo el 2% de las empresas familiares sobrevive a la tercera generación. Su mayor preocupación actual posiblemente sea su testamento. No quiere que su familia discuta por la herencia. Por eso, ha inventariado todo su patrimonio artístico. En Los Serrano se produce tu licor de guindas favorito, ¿recuerdas el último almuerzo en familia? Fue en Casa Gervasio, a los postres mandaste abrir una botella de licor: «Sacadme esas guindas maceradas», ordenaste. Y el bueno de Basilio vació dos litros para complacerte. El lagar cerró sus puertas tras tu marcha. ¿Habrá algún otro establecimiento sidrero más principesco?

Por allí desfilaron durante años los galardonados con el Premio que entrega la Heredera al trono. Tú estuviste en multitud de ocasiones en los palcos principales del Campoamor. Desde entonces la Familia Real se ha adaptado a las nuevas circunstancias. El emérito se encuentra en el exilio; su nieto más díscolo también fue enviado con los árabes, y las infantas Elena y Cristina viven en una “separación conyugal permanente” retransmitida por el coure. La hija menor del rey ha pasado por el banquillo y su yerno Urdangarin cumplió su condena entre rejas. ¿Quién les iba a decir que el futuro les depararía tanta desunión? Ilegalidades y conflictos que surgen hasta en las familias más regias. Me estoy saliendo del guion, no sé en qué estaría pensando..., volvamos a lo nuestro.

En la presentación de mi novela en Oviedo, Irenita me contó una anécdota inédita, cuando mamá y tú fuisteis padrinos de Mari Gel antes de casaros. La profecía auguraba mala suerte a los novios que asistieran a un bautizo de padrinos antes de su boda. Chorradas y supersticiones populares. Aunque desconocía la historia, en mi novela, Basi y Jazminciña también tuvieron una premonición en la iglesia, ante una Virgen que les envió un mensaje divino cuando el futuro matrimonio rogaba por el porvenir de sus hijos. Soñaban con planificar su destino antes de que nacieran..., y resulta que María Verónica Salomé, pese al nombre católico, salió diabólica, promiscua y drogadicta. Mientras que sus hermanos, Manoliño y Bel, tampoco fueron ejemplo de conducta ejemplar para el Vaticano, uno putero, y el otro gay. ¡Mamma mía, vaya saga que parí!

Este año, tu santo me pilla de viaje, el próximo 26 de marzo, día del cumpleaños de la Mamma, te contaré mis últimas peripecias de trotamundos, acompañado de personas de relevancia internacional. ¡Ya verás qué sorpresa! «Es usted un líder nato, señor Muñiz», me ensalzaba uno de tus mejores colegas al conocer la noticia.

Dentro de unos 15 días se cumplirá un año de tu partida, como te he demostrado en infinidad de ocasiones, nunca me rindo y consigo todo lo que me propongo. Mi lema es: «La vida es el arte de lo posible y de casi lo imposible». Tú siempre me dijiste que, con mi capacidad de trabajo, merecía el éxito.

Me gusta negociar con sensatez y dentro de la legalidad. Aunque algunos se sienten inmunes. ¿Alguien imaginó en la boda de la infanta Cristina que su esposo terminaría en la cárcel?

Recuerdo aquel día perfectamente. Viajaba contigo y en León paramos en la Virgen del Camino para tomar un café cuando la infanta daba el “sí, quiero” en la catedral barcelonesa de Santa Eulalia. Ella debía mirar a su padre para recibir la aprobación del monarca, antes de comprometerse ante Dios... Yo te conté quién había enviado el vino para consagrar, como siempre valgo más por lo que callo... Espero que desde el cielo me ayudes a poner un poco de orden, entonces otro gallo cantará y te dedicaré la segunda parte de la novela. Feliz San José, papá, de tu hijo Alfredo Muñiz, aunque tú preferías llamarme José.

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