Disidencias en la atención sanitaria: desencanto generalizado entre la población

La atención sanitaria en La Foz de Morcín está peor que hace 60 años. Entonces, en un obsoleto edificio (La Escuela de Doña María), funcionaba un servicio atendido por un médico, un practicante y una comadrona. Poco a poco fueron cambiando las cosas. Una manifestación con el pertinente corte de la carretera, promovida por la Asociación “Cantu la Sierra”, de feliz recuerdo, por lo mucho y bien que trabajó bajo la batuta de Quirós como presidente y el apoyo de toda la parroquia, obligó al entonces consejero de Sanidad, el señor Rodríguez-Vigil, a autorizar de inmediato la apertura del nuevo consultorio en las escuelas de párvulos, que presentaban un estado perfecto. Aquello fue un éxito. A la vez, se reivindicó la necesidad apremiante de disponer en La Foz de farmacia, extremo que también autorizó con el “ok”. Pese a sus gaitadas, bufonazos y desplantes, el señor Vigil, como cuando quiso suspender el Certamen del Queso de Afuega’l Pitu en La Foz, ante la disyuntiva si leche pasteurizada o no. En esta ocasión, no tuvo más remedio que ceder. Estos logros suponen un importante avance de carácter social referido a la atención sanitaria.

Un paso más durante el mandato del eficiente consejero doctor Antonio Cueto Escanlar (QEPD), se efectuó una importante remodelación y se inauguró el centro con mejores características de funcionalidad, y así hasta hoy.

En la actualidad se impone elevar a la altura de las nuevas circunstancias, y acorde a los tiempos que vivimos, una seria remodelación, empezando por el tema de accesos. Para acceder al consultorio, es preciso el uso de una rampa o escalinata detectablemente muy peligrosa e incómoda. Lo realmente práctico sería construir una pequeña pasarela, partiendo de la calzada inmediata, a la pared del edificio, de unos 3-4 metros, asegurando el uso de la misma. Desde ese acceso a los dos pisos inutilizados se podría efectuar la remodelación con nuevos espacios, consiguiendo un todo annónico en consonancia con las actuales exigencias de la Sanidad. Sería una obra de bajo coste (se trata de un edificio antiguo, una escuela de párvulos, de propiedad municipal) y aportaría comodidad y grandes beneficios a la población enferma, permitiendo la mejor atención médica.

La población reivindica ahora que se pone en funcionamiento el modernísimo centro de salud en Riosa, con una inversión de 400.000 euros, en un acto de racionalidad bien podría caer alguna migaja para mejorar el consultorio de La Foz. Digamos que este consultorio y la población que ha quedado incorporada para ser atendida en el nuevo centro de Riosa, perdiendo unos derechos hundidos en la historia, sin que nadie haya movido una paja en defensa de servicios que, como decimos al principio, son peores que hace 60 años.

Ahora que se está poniendo en práctica esa nueva reestructuración del área Riosa-La Foz para atender a unos 2.650 habitantes, es el momento de presentar nuestras quejas y proponer soluciones:

1. Remodelación del consultorio y nueva estructura, como queda dicho.

2. Inexplicablemente los pacientes de La Foz han de acudir ahora a Riosa para ponerse una inyección, practicar una cura, efectuar una analítica, seguimiento y control del sintrón, etc., con las consiguientes molestias en el tiempo empleado, cubrir las distancias, en algún caso, de más de 5 km, y sufragar los gastos que ello conlleva. Al tratarse generalmente de personas mayores y enfermos crónicos, han de acudir acompañados, lo que agrava aún más la situación.

3. La mayoría de los días que está pautada la consulta de médicos en La Foz: lunes, miércoles y viernes, el doctor Francisco J. Vigil-Escalera, que, dicho sea en estricta justicia, es un profesional de prestigio y, como humano, una gran persona. En muchas ocasiones, no puede acudir a la consulta de La Foz por encontrarse solo como médico para todo el concejo de Riosa (1.800 vecinos) y la parroquia de La Foz (850 vecinos), y total decepción para las citas que tiene comprometidas ese día en La Foz.

4. Reclamamos la limpieza y mantenimiento del entorno del consultorio, donde la maleza y la suciedad lo invaden todo. El suelo de los alrededores debería ser tratado con aceras, evitando así el desarrollo de la vegetación y la maleza.

5. Otra cuestión muy importante va relacionada con la atención al teléfono para cita previa. Este es un hecho que exaspera al paciente porque hay veces que está una hora o más para conseguir la conexión con el interlocutor del centro, que se encuentra colapsado por la afluencia de llamadas. Es tema importante que se debe corregir, ya que a veces el paciente se ve obligado a acudir a consulta sin cita previa, circunstancia que no gusta a los profesionales.

6. Mantenimiento de los servicios de guardia médica los fines de semana.

El ser humano no tiene fecha para ponerse enfermo. Esta denuncia ya la hizo el alcalde de Morcín, Mino García, y salió en noticias de LA NUEVA ESPAÑA.

Recordamos aquí que el propio presidente autonómico, Adrián Barbón, que a propósito nos recuerda al fallecido Tini Areces (QEPD), que parecía poseer el don de la ubicuidad. Decimos que el señor Barbón en una de sus visitas a Riosa dijo que “Asturias será la primera comunidad autónoma en inversión en Sanidad por habitante de toda España”. Falta hace, porque la olla está que explota, hay hartazgo de promesas incumplidas y no llevadas a cabo.

Pues bien, adelante atendiendo nuestras reivindicaciones, que nos parecen justas, y todo ello en beneficio de una mejor atención sanitaria y funcionamiento, pero siempre albergamos nuestra desconfianza por tratarse de decisiones políticas, y donde tocan los políticos todo se mancilla.

Lo que ocurre es que somos un país con un Gobierno desnortado, asfixiado por la corrupción, pleno de cismas y contubernios, desafectación en el Consejo de Ministros, donde el divorcio entre sus componentes es frecuente; espectáculos bochornosos en el Parlamento, que parece que solo les preocupa la ley Trans, los temas relacionados con la diversidad sexual, el “sí es sí”, el aborto, la protección a los violadores y a los antipatria y amorales que conforman el Gobierno de coalición, en definitiva, un paisaje esquizofrénico, que nos conduce paulatinamente al abismo. Han conseguido hacernos vivir en una España que no nos gusta, porque nos la han cambiado. Hay que enderezar esta sociedad totalmente desestructurada. Así no se consigue fijar población, crear empleo ni mejorar el bienestar de los españolitos de a pie, porque a nuestros gobernantes no les queda tiempo para trabajar, y solo estamos al albur de los caprichos de los políticos. España no avanza, al contrario, retrocede.

No vendría mal imponer un código ético para quienes nos gobiernan con atención especial a los siguientes puntos:

- Capacidad de liderazgo y, por supuesto, sólido.

- Reputación social reconocida.

- Credibilidad y no andar a la deriva.

- Honestidad y transparencia auténtica.

- Competencia y experiencia profesional.

- Capacidad de gestión democrática.

- Visión real de futuro.

- Búsqueda del bienestar para una Sanidad libre, moderna y abierta.

- Decisiones basadas en necesidades reales.

- Vocación de servicio público.

- Representatividad social.

- Capacidad de establecer alianzas en pro del futuro y el bien de la nación.

Si es así, sacaremos a España del atolladero que nos asola. He dicho.