Los huérfanos del medio rural
Gran parte de la población asturiana ya es conocedora de las numerosas problemáticas rurales. Entre la confusión pospandémica y la “nueva normalidad” el interés en revitalizar el mundo rural cada vez ocupa menos mentes comprometidas. Las personas que nacimos en la década de los años noventa hemos vivido la desaparición de las raíces rurales identitarias y estamos viendo cómo se están fomentando nuevas identidades rurales de laboratorio marmoleo. Cuando en 2017 empecé mi tesis doctoral acerca del cooperativismo agrario en Tineo la cuestión rural y campesina no interesaba a la Academia. Poco a poco la escasa “Memoria Campesina de Tineo” estaba presente en medios de comunicación y en eventos externos a la geografía asturiana. Si en algún momento consideré investigar la motivación social de impulsar cooperativas agrarias fue justamente para reivindicar que personas de diferente pensamiento y corte se unieron, no hace tanto, para luchar por un futuro digno para el medio rural y sus gentes. Pocos meses después de la defensa de dicha tesis la Sociedad Asturiana de Filosofía se apropió del espíritu y la metodología de este proyecto e impulsó Filopueblos (genialidad de escasa o nula influencia social) que por mucho que se quiera revestir de ruralidad y alternatividad bebe de corrientes externas que se agrupan en microclubs mainstream desconectados de la verdadera transformación social. Todas las personas, en mayor o menor medida, creemos en algo. Hablando de temáticas rurales una amplia mayoría queremos ver el renacer de nuestros pueblos y aldeas. Los problemas actuales no son tan distintos a hace sesenta años: tan solo se han modificado sustancialmente los actores y sus métodos. Por lo que nunca debemos de pasar es por la aceptación de nuevas realidades de laboratorio creadas en una esfera intelectual que siente alergia por las madreñas, las boinas, las tradiciones y la esencia rural. Ahora que nos acercamos a las elecciones locales y autonómicas, hemos de echar la mirada atrás y repensar quiénes somos y en qué nos queremos convertir. En ese proceso individual y colectivo hemos de enumerar los éxitos y los fracasos sin obviar a los vencedores y perdedores de nuestra historia reciente. Solamente un modelo basado en el progreso social y comunitario puede garantizar la inclusión y participación de todas las personas que se definen como rurales. Ni los localismos ni la aceptación de consignas elitistas beneficiarán a los grandes olvidados de la historia. Pero que nadie se engañe: las homilías y los catecismos son cosa del pasado (incluso cuando se quieran revestir de “colorines”). Sursum corda.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

