Concesión de medallas de la Universidad de Oviedo
El pasado 18 de febrero se publicó en su periódico un excelente artículo relativo a la concesión de medallas de la Universidad de Oviedo a diferentes exrectores, expresidentes del Consejo Social y profesores, designación realizada, a mi modesto entender, con el mayor de los merecimientos.
En la misma noticia, para mi sorpresa, viene recogida la adjudicación de la medalla de oro en el año 2017 al exgerente D. Lorenzo Almanza Ballesteros. Recabados los méritos para ello en la correspondiente resolución, señala esta "su lealtad, su infatigable labor y generosidad, sin importarle el horario reglamentario. Todo ello, en el corto periodo de un año y medio, tras el cual, por razones que desconozco, abandonó el cargo.
A este respecto, me pregunto cuántos miembros de la comunidad universitaria entre los que se encuentran tanto cargos directos como POI o PAS reúnen los mismos méritos y no han sido propuestos en ningún momento para tal distinción.
Me llama especialmente la atención la falta de reconocimiento a Dña. Ana Caro Muñoz, gerenta de la citada institución a lo largo de casi cuatro años, la cual, además de su lealtad, su infatigable labor y generosidad, sin importarle el horario reglamentario, realizó una impecable gestión durante el complejo periodo de la pandemia.
Más aun sorprendente resulta la no concesión de la referida medalla a una profesora de la talla de Dña. M.ª Paz Suárez Rendueles, cuya excelencia académica y cuyos logros y compromiso con la comunidad universitaria durante su largo mandato como exvicerrectora la harían digna destinataria de tal distinción.
Es importante que se fomente la transparencia y la equidad en la toma de decisiones de cualquier institución, y es legítimo que los miembros de la comunidad universitaria y la sociedad se planteen preguntas y expresen sus preocupaciones si sienten que la concesión de premios no está basada en méritos objetivos. Quizá sería conveniente que la Universidad explicara con más detalle los criterios que se han seguido para la selección de los galardonados en cada caso, lo que podría ayudar a disipar posibles dudas o malentendidos.
Por lo tanto, hago desde aquí una llamada a los respectivos responsables en la Universidad de Oviedo para que sean más cuidadosos en su proceso de selección de los galardonados con medallas universitarias. La medalla debe ser un reconocimiento de la excelencia académica, el compromiso con la comunidad y la labor desempeñada con lealtad y generosidad, valores importantes y dignos de reconocimiento en cualquier institución académica, no un gesto político o de amistad. Si se otorga de manera injusta, socava la integridad de la institución y deshonra a quienes realmente merecen el reconocimiento.
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