Política y redes sociales en Castrillón: un ejercicio de propaganda e irresponsabilidad
En los últimos meses he asistido estupefacto al uso irresponsable, manipulador y propagandístico de la red social Facebook por parte de la alcaldesa de Castrillón, Yasmina Triguero Estévez, y el actual concejal de Obras y candidato a alcalde, Iván López Reguero.
Llevo meses advirtiendo a ambos responsables políticos acerca de la inconveniencia de usar únicamente esa red social como medio para publicar los logros obtenidos en la legislatura vigente sin que dichos comunicados tengan respaldo en la web del propio Ayuntamiento sin éxito. Puede parecer un tema trivial, pero en la práctica ambos cargos electos están usando la red social para hacer una campaña electoral permanente sustentada por fondos públicos.
No se trata de un uso objetivo de Facebook para poner en manos de los ciudadanos información sobre la actividad del consistorio. Se trata de un uso parcial y dirigido para mejorar de forma individual y personal la imagen frente a la ciudadanía usando para ello la exposición pública de aquellos hitos que puedan ser percibidos como positivos por parte de los ciudadanos y ocultando convenientemente aquellos sucesos que podrían perjudicar su imagen pública.
Ingenuamente, he estado usando ese mismo canal para hacer preguntas públicas a dichos cargos electos acerca de datos imprecisos sobre proyectos, tales como discrepancias en las cantidades compartidas públicamente como presupuestadas para un proyecto de asfaltado, frente a las cantidades mencionadas en las licitaciones correspondientes, que "desgraciadamente" no suelen constar como material de apoyo en los "comunicados" a través de Facebook.
La Alcaldesa incluso me exigía que dejase de hacer preguntas a través de Facebook, alegando que era "su" Facebook. Cito textualmente de una respuesta en Facebook a un "comunicado" donde describía un "objetivo conseguido": "Utilizo el Facebook como creo conveniente. Te vuelvo a recordar que es mi Facebook. Lo que publico lo decido yo, lo que contesto también. Insisto, no me tuteles. Me siento agobiada con tu insistencia".
Mi insistencia consiste esencialmente en preguntar sobre aspectos concretos de proyectos realizados o no realizados en el concejo de Castrillón, usando un canal como Facebook que, de facto, se ha convertido en el único canal de comunicación con el que se comparten acciones por parte del Ayuntamiento. Mi insistencia, por otro lado, también se dirige a hacer que el canal de comunicación parte de la web del Ayuntamiento de Castrillón, para hacer que sea el canal de participación ciudadana por el que la propia alcaldesa apostaba en su carta de presentación para la web, años atrás.
La web (https://www.ayto-castrillon.es/) es básicamente inoperativa, está desactualizada y en algunos apartados de extrema relevancia como el de Gobierno-Transparencia ni siquiera hay enlaces a la plataforma de contratación del sector público. La sección de participación ciudadana no está al día. Y mientras tanto, se usa una red social sin control ni regulación alguna por parte de ningún responsable, convirtiendo los fondos públicos en un instrumento al servicio de una campaña permanente por parte del actual equipo de gobierno en coalición en Castrillón.
Casualmente, los dos políticos que utilizan Facebook de forma habitual como instrumento de "comunicación" son también candidatos a la Alcaldía por parte de Izquierda Unida (Yasmina Triguero) y del Partido Socialista (Iván López). En realidad, han convertido su gestión en un instrumento para aumentar la popularidad personal, no solo compartiendo de forma parcial aquellos logros que les resultan convenientes, sino descalificando a los grupos políticos contra los que compiten electoralmente.
Dejo constancia por escrito y públicamente de este atentado contra la libertad de expresión (actualmente Yasmina Triguero ha bloqueado mi cuenta e Iván López ignora mis preguntas) y este ejercicio de propaganda subvencionado y financiado con dinero público. Ruego que se adopten medidas de participación ciudadanas y canales de información objetivos, regulados y proporcionales centrados en las plataformas electrónicas de la Administración y no en redes sociales sin control alguno.
Insisto en que puede parecer un tema trivial a primera vista, pero estamos ante un atentado contra la forma en la que los políticos deberían relacionarse con los ciudadanos en un contexto democrático en el que prime la transparencia sobre las actividades de nuestros políticos. Y creo que es un caso merecedor de un análisis serio y profundo, especialmente ahora que se acercan las elecciones.
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