Culos fríos en Galiana
En alguno de los nuevos establecimientos hosteleros de la calle de Galiana, cubren los poyos de los soportales con mullidos cojines, no vaya a ser, que alguien contraiga un catarro de muy posaderas mías, léase culero, además, algunas columnas lucen preciosos lazos, con el fin de sujetar el cubrimiento en pétreos asientos, de lo que es el casco histórico artístico mejor conservado del norte de España. El daño ocasionado de momento es visual, lo próximo. ¿Moqueta?, tal vez.
La antigüedad, belleza y singularidad del entorno no se merece tal decorado, cuidemos esta joya. Al Concejal responsable le pido un esfuerzo para agilizar la desaparición del tapón que ocasiona durante ya años la casa en ruinas, impidiendo un paso continuado bajo los arcos.
Sustituyamos los pasamanos de acceso, por otros más dignos, evitemos perforar tan nobles piedras con dañinos tornillos. Un respeto a aquellos canteros que con sabias manos labraron tal obra de arte. A los industriales que apuestan por abrir negocios en la zona un diez, con ello están colaborando y mucho a dar vida y ambiente a la Galiana y Carbayedo de mis amores.
Pero conservemos y dignifiquemos nuestro valioso patrimonio. No transformemos Galiana en un salón de estar. La única transformación valida es el río en el que se convierte, año tras año con el descenso Fluvial e Internacional. Galiana, tu también ¡Tente firme¡, como Sabugo, Rivero, La Ferrería, etc.
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