Tecnología y tratamiento de linfoma
He leído con interés la noticia sobre los nuevos tratamientos en el HUCA para tratar leucemias, linfomas y mielomas. Mi hija Aida, de 24 años, fue diagnosticada de un linfoma de células B grandes en abril de 2012. El diagnóstico fue muy positivo, 98 por ciento de posibilidades de curación. Tras ocho sesiones con el tratamiento MACOB, el linfoma desapareció. Murió una semana más tarde porque ningún doctor, ni el titular, ni los MIR que la vieron se dieron cuenta de que la subida de la fiebre durante tres días no se debía a una bacteria, sino a un virus que por supuesto no trataron. Una infección generalizada que quizá hubiera podido atajarse, tras cuatro días yendo al hospital sin que ninguno de los “doctores” le diera importancia, se la llevó el día 10 de julio de 2012. No todo es la tecnología; el desinterés, la falta de cariño, la descoordinación, la soberbia… también tienen mucha importancia y desgraciadamente en el servicio de Hematología tenían mucho de esto último. Ojalá les sirva a los enfermos, pero ¡atención! la falta de humanidad y de profesionalidad no se compensa con máquinas.
(Marta Elena Santamarta Santos, madre de Aida Murciego Santamarta, fallecida el 10 de julio de 2012. La carta con los detalles se publicó en este periódico en diciembre de ese año. https://mas.lne.es/cartasdeloslectores/carta/11982/sistema-hospitalario-asturiano-hablamos-calidad.html).
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