El IRPF y la inflación
La Agencia Tributaria puso el pasado 15 de marzo en su página web a disposición del contribuyente el Manual Práctico de Renta 2022. Dando por curiosidad una ojeada al mismo, pude comprobar que a pesar de la alta inflación que estamos padeciendo, de manera especial en la alimentación que es en lo que a las personas de mi edad se nos va gran parte de nuestras pensiones, pues resulta que veo con cierto asombro que tanto la escala de gravamen del IRPF como las deducciones que se nos permiten aplicar por mínimo personal, un año más, no se han actualizado conforme a la inflación, lo que hace que nuestro poder adquisitivo disminuya en favor de Hacienda.
Cuando veo y escucho en televisión a la señora ministra de Hacienda y algunos otros miembros del Gobierno alardear de lo bien que nos va y de lo mucho que hacen por nosotros los pensionistas, no sé si ponerme a llorar o tomarlo a carcajadas. La señora ministra de Hacienda, a quien para nada quisiera faltar al respeto, con su facilidad verbal y su gracejo andaluz, suelta palabras por su boquita a velocidad de disparos de ametralladora, y, seguramente, pensará que a los pensionistas por ser mayores y empezar ya, algunos, a tener ciertas lagunas memorísticas, nos convence con sus retóricos discursos, quizás habrá algún ciego voluntario, yo me resisto a ser uno de ellos, ando algo mal de la vista y oído, pero aún conservo lo suficiente de ambos sentidos, para saber distinguir cuando pretenden engañarme. Este año nos subieron las pensiones en un alto porcentaje, pero aun así seguimos perdiendo poder adquisitivo por efecto de la alta inflación y, por si fuera poco, Hacienda, al no modificar el IRPF, nos lleva una buena parte de nuestras pensiones. Podrán contarnos lo que les apetezca, pero la verdad está a la vista de todos. Palabrería vacía de contenido, ya escuchamos bastante en los mercadillos de posguerra a aquellos charlatanes, que, según ellos decían, por un duro nos ofrecían genero por importe de diez. Con aquellos podías “hacer el primo” voluntariamente, pero estos te obligan a comprar su mercancía y a “hacer el primo” por obligación. Que cada cual juzgue y compare.
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