Carreteras a ciegas
Desde hace ya más de una década, los automovilistas, al caer la noche, nos encontramos con infinidad de farolas en las distintas carreteras de toda la región totalmente apagadas, es decir, que salvo raramente algún lugar puntual, las distintas incorporaciones, cruces, etc., están únicamente iluminadas por las luces de los vehículos. Al final y después de tanto tiempo, parece que esto ya será definitivo, me imagino que para no incrementar más la deuda pública del país, y aunque sea a costa de jugarnos en algunas ocasiones nuestra salud con las inclemencias del tiempo.
Lo que ya me parece lamentable, y añadido a lo anterior, es el estado de la señalización horizontal de nuestras carreteras. Da la sensación en muchas de que no existe ninguna señalización debido al deterioro y falta de mantenimiento de las mismas. Concretamente y un caso muy claro y por vivirlo muy directamente es la carretera que lleva al puerto de San Isidro a través de las distintas poblaciones de Felechosa, Collanzo, Llanos, etc.
Cuando las circunstancias climáticas son adversas, las carreteras como la que cito se convierten en una trampa para los automovilistas, debido a su nula y mala visualización horizontal y ya sin añadir la típica situación que se plantea todos los años, sobremanera en el otoño, cuando una buena parte de las señales de tráfico están ocultas por la maleza.
Se debería prestar más atención por el peligro que esto conlleva y no hacer caso omiso de tal estado, ya que la situación y pasividad acabarán convirtiendo todo ello en "algo habitual".
Santiago Lera Valdés
Oviedo
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