Yolanda, Suma y sigue
Con ligeras variantes, es bien conocido el cuento de la rana y el escorpión. El escorpión le propone a la rana que lo ayude a pasar el charco; la rana no las tiene todas consigo ante la propuesta del venenoso bicho. El escorpión la tranquiliza haciéndole ver que, si sucumbiera a la tentación de picarla durante la travesía, eso sería su propia ruina pues, muerta la rana, él se ahogaría. Sosegada la rana con tan convincente argumento, le ofreció su lomo y juntos iniciaron la que se deparaba feliz travesía. Cuando ya tocaban la orilla opuesta, el alacrán le clavó el aguijón y con resueltas zancadas se adentró en territorio de secano.
Yolanda Díaz quiere ser “la primera presidenta del Gobierno de España”. Para ello tendrá que salvar unos cuantos charcos. Algunos ya los tiene salvados. Después de dos intentos fallidos remando por su cuenta con IU, entró en el Parlamento gallego a lomos del nacionalista Beiras, con quien montó el artefacto flotante AGE (Alternativa Gallega de Izquierdas). Aunque no se lo había dicho a nadie, Yolanda desde pequeña ya quería ser presidenta: la próxima orilla a alcanzar es el Parlamento español y el artefacto flotante, En Marea; que fleta con Podemos con Pablo de almirante.
Con Pablo desembarca en la Carrera de San Jerónimo; y ella, que es muy suya y no admite tutelas, se resigna por una vez y deja que Pablo la unja ministra. En la gobernación actual de España se da esta circunstancia no prevista en la Constitución: hay un Gobierno con 17 ministros presidido por Sánchez y un gobiernín con 5 mangoneado por Iglesias. Pero no nos distraigamos del periplo imparable de Yolanda: cuando Iglesias se abrasa en la campaña de Madrid, Yolanda comprende la emergencia, se resiga una vez más y hereda la Vicepresidencia.
Pero hasta aquí hemos llegado: Yolanda, remedando a Scarlett O’Hara, jamás de los jamases volverá a aceptar una tutela; en adelante remará o volará por su cuenta. Pablo es ya batracio muerto. Para salvar el último charco entre la Vicepresidencia y la Presidencia, Sumar, un artefacto híbrido entre dron y submarino, que lo mismo se sumerge que sobrevuela. ¿Es incauto Sánchez dejando que Yolanda se le aúpe a la chepa? Riesgo calculado: teme más al aguijón de Pablo que al de Yolanda (el tiempo dirá si acierta). Pero cuando Beiras o Pablo se lamentan de que Yolanda les ha salido rana es evidente que no tienen asumido su rol en el relato.
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