Entre emociones y gratitud
Me enteré por LA NUEVA ESPAÑA del homenaje que el Real Oviedo ha brindado a Falín poniendo su nombre en una de las puertas de su campo. La noticia no me despierta de ningún sueño. Pues para mí no es la noticia para un ser pasado. Su imagen, como la de su esposa, Tere, es para mí no sólo cosa del pasado, es presente y lo será del tiempo futuro.
He podido seguir desde el 52 al 64 en el Seminario gracias a ellos. Cuando pude conseguir una beca (1962-63) concedida por don Camilo Alonso Vega, me la denegaron al siguiente curso. Creo que el motivo había sido la colecta que en el Seminario se había hecho en favor de los afectados por las huelgas mineras. Y Falín y Tere volvieron a pagarme el último curso. ¡Y con siete hijos ya! Qué valor y ejemplo para mí. ¿Sería yo capaz de semejante generosidad?
En el homenaje a Campanal, celebrado en el Centro Asturiano de Madrid, Gento, una maravilla de persona al lado del frío Di Stéfano, me lo recordó con gran cariño. Recordaba en Madrid lo mal que lo había tratado Alsúa y cómo un día para defender a Falín, Castro y Alvarito le dieron sobradamente lo que yo como cura no me atrevo ahora a escribir. Aún a mis años, tanto para mí como para mi familia adoptada sigue siendo un dios. Como sin duda lo sigue siendo para sus hijos García Barrero.
En mis años jóvenes fui socio del Real Oviedo. Y os prometo que volveré a serlo y entraré emocionado, como a un lugar santo, por la puerta a Falín tan justamente asignada.
Debe rellenar todos los datos obligatorios solicitados en el formulario. Las cartas deberán tener una extensión equivalente a un folio a doble espacio y podrán ser publicadas tanto en la edición impresa como en la digital.
Las cartas a esta sección deberán remitirse mecanografiadas, con una extensión aconsejada de un folio a doble espacio y acompañadas de nombre y apellidos, dirección, fotocopia del DNI y número de teléfono de la persona o personas que la firman a la siguiente dirección:
Calvo Sotelo, 7, 33007 Oviedo

