Y no se les sigue cayendo la cara de vergüenza

Resulta que ahora nuestro presidente del Gobierno va por ahí a explicar un decálogo sobre la forma de solucionar el problema del... paro; increíble, pero cierto. Espero que los representantes de esta cumbre no se nos mueran de risa y tengamos que indemnizarlos. Claro que este personaje es imprevisible, como que vaya a solucionar los problemas que precisamente tenemos en esta España, que, de seguir así, no sé adónde iremos a parar. Bueno, al parecer y según reuniones con los presidentes de las comunidades autónomas, dice que hay que fomentar más el empleo público... pero aún más. Hace unos años, cuando el Partido Popular trató y privatizó, algunas empresas públicas, estos socialistas pusieron el grito en el cielo, es un decir, por aquello de beneficiar a los empresarios, que parece que eran la bestia negra, y que al fin son los únicos que crean empleo, del de verdad. Como siempre, los comunistas no lo aceptaban alegando que todo aquello era hacer más capitalismo, sin pararse a pensar que las empresas privadas salen más baratas por aquello de no tener que pagar a toda esa retahíla de cargos que encarecen cualquier tipo de gestión.

Lo primero que tiene que hacer toda esta clase de gente, es modificar el Estado de las autonomías, que en muchos casos son un coladero de «enchufes». Ahora, parece que tenemos otro gran problema, con esto de los apellidos, que si antes el del padre, o si el de la madre. Sólo es una manera de buscar más discordias. Señores gobernantes: ese problema ya está solucionado, ya se puede hacer actualmente; pero, claro, éstos no saben qué hacer para que los ciudadanos se enzarcen en absurdas discusiones y no recordemos –los que trabajan, claro, los otros lo recuerdan a la hora de levantarse de la cama– a esos casi cinco millones, que siguen los lunes al sol, y que cada vez ven peor la incorporación a la vida laboral, mientras no entren en el Gobierno, lo mismo da, de derechas que de izquierdas, mentes más lúcidas, que piensen algo más que los que tenemos en la actualidad. Porque a éstos los veo incapaces de sacarnos de esta situación.

Otro problema fue la forma de ausentarse durante la visita del Papa, unos para Afganistán, y otra, la señorita Jiménez –o lo que sea, no se me vaya a molestar–, que es precisamente la ministra de Asuntos Exteriores nada menos, para irse a Bolivia, que seguro que no habría más ocasiones, para tales visitas; pero, claro, me da la impresión de que había de salir de España, para no coincidir con la llegada del Sumo Pontífice, igual que, claro está, para los de Afganistán para hacer al Ejército, o al menos tratar de hacerlo, casi cómplices de la espantada del Presidente mientras durara esta importante visita, ya que a parte de lo espiritual, no deja de ser el representante del Estado Vaticano, que a mi parecer merece todo el respeto, hacia él y hacia una gran mayoría, sí, mayoría de católicos que hay en España.

Por otro lado, algunas emisoras de televisión, dediquen espacios de lo que yo no me siento ofendido, pues no ofende el que quiere, sino el que puede y a mí me resbala cierta clase de personajes, que se creen en la cúspide de ciertos medios. Bueno, por mí, Zapatero se puede coger un fusil y quedarse todo lo que haga falta, él y la ministra del ramo, con el resto de los militares que se están jugando la vida todos los días. Y estos visitantes de estas ocasiones, como si se quieren quedar para siempre, porque creo que esta España saldría ganando.

¡Ah! y por favor, déjense de más burlas hacia una religión mayoritaria por no comulgar cierta clase de decisiones que más que políticas son naturales, véanse esas leyes absurdas que nos están imponiendo una y otra vez, con el beneplácito, digo, de todos esos medios de comunicación que, afortunadamente, no son todos los que existen en este país; pero tranquilos, socialistas, que todo se andará.

Y de aquí, de Asturias, que seguimos sin una conexión fácil con la Meseta. ¿Para cuándo el AVE? Yo pienso que cuando haya menos gastos, por ejemplo, en El Musel, esa obra faraónica. Menos mal que aquí no tenemos ningún desierto, porque si no son capaces de llenárnoslo de pirámides. Y la Universidad Laboral de Gijón, que me parece que se utiliza para hacer la competencia a Oviedo y no se dan cuenta de que Oviedo es Oviedo y cada ciudad, villa, pueblo o aldea, tiene sus encantos naturales, sin buscárselos artificiales, que no es lo mismo.

¿Y lo de Cabueñes qué? nada más se supo, supongo yo que estará bajo secreto de sumario, que me parece la coartada, para poner cremallera en boca y así no dar explicaciones creíbles. ¿Y ese invento de la TPA, que por cierto en un programa de una tarde hacían una entrevista a la «Ciciolina» ésa y hasta le preguntaron qué le parecía el Papa, como hombre? No esperé la respuesta, apagué. Pues no me gusta cierta clase de actitudes. Y el otro día, estando parado en un escaparate de la calle Gil de Jaz, viendo la figura de la famosa Betty-Boop en otro escaparate de al lado, unos amigos comentaban, fijándose en Betty, y uno dijo: si no fuera porque es un personaje de ficción, ésta estaría de ministra de algo.

Gracias, me voy corriendo al psiquiatra, que creo llego ya tarde.