Sin los sindicatos viviríamos en un mundo de amos y esclavos
Decir con la que está cayendo, otra crisis brutal que se ha cebado como siempre en las clases más vulnerables, principalmente las/los trabajadoras, que los culpables son los sindicatos es de una mezquindad de clase y una manipulación ideológica que corresponde a seres caídos de otro planeta o descerebrados por la pandemia. En la crisis financiera anterior, el coste social que se pagó fue muy alto en recortes de derechos laborales, de salarios y pensiones... Gracias a la mayoría absoluta del Partido Popular, que defendió los intereses bancarios antes que los de la ciudadanía. Se entregaron miles de millones al sector financiero para sanearlo, con la mentira de que lo iban a devolver cuando lo repartieron en dividendos. Se vació la hucha de las pensiones a cambio de congelarlas, se eliminaron los convenios colectivos a favor de los de empresa y se paralizó la renovación de las plantillas de los servicios públicos dando como resultado falta de personal en Sanidad, Educación, Seguridad Social y otras administraciones que estamos pagando ahora. Decir que todo ello es culpa de los sindicatos, se entiende que CC OO y UGT que son los mayoritarios -no por decreto de los gobiernos sino por votación libre y secreta de los propios trabajadores en las elecciones sindicales-, hay que estar ciego de rencor o padecer estupidez política.
Han sido esos "malditos sindicatos" quienes ahora han conseguido en negociaciones largas y difíciles con un Gobierno progresista revertir parte de esa reforma laboral, recuperando los convenios sectoriales, el carácter indefinido de los contratos, aumentar el cobro del desempleo y, sobre todo, negociar unas condiciones de regulación temporal de empleo que evitasen miles de despidos, solución fácil que aplica la patronal cuando no obtiene beneficios. Esos sindicatos CC OO y UGT han logrado darle la vuelta a la reforma de pensiones del PP, recuperando el poder adquisitivo, eliminando el factor que reduciría año tras año la cuantía de la pensión y, muy importante, establecer que el sostenimiento del sistema público de pensiones se consigue a través de más ingresos, no menos gastos en pagar jubilaciones.
Y todo ello se ha logrado desde la movilización y la negociación, de manera diferente a cuando existía una dictadura con cárcel y represión policial, porque estamos en una democracia -aunque sea monárquica- y los tiempos han cambiado salvo en una cosa que las fuerzas de la derecha y el capital siguen practicando la ley del embudo: lo ancho para ellos y lo estrecho para nosotros. Pero así está montado el sistema capitalista, no porque les guste a los sindicatos sino porque este mundo se rige por el dinero y eso está en manos de los de siempre. Por eso tenemos que seguir luchando cada día, porque siempre quedan montañas por subir, injusticias que erradicar... Pero sin los sindicatos "esos malvados enemigos de la clase trabajadora" viviríamos todavía en un mundo de amos y esclavos. Como dice el refrán: "No mires la paja en el ojo ajeno, mira la viga en el tuyo".
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