¿Hasta cuándo vais a abusar de nuestra paciencia?
En lo público, se ha instaurado el acoger a lo más inútil, analfabeto, indocumentado, negligente, incompetente, cenutrio, vago, indocumentado, cutre, zafio, soez y chabacano que imaginarse pueda.
Si hace un repaso a nuestros representantes (hágalo), concluye, por evidente, que la gran mayoría pertenece a partidos radicales donde el cupo de género mujer, mujera, mujere destaca, y ni juntándolas a todas, todes, dan tan siquiera para un Graduado Escolar.
Un ejemplo de libro es la frívola, escatológica y maleducada Ángela Rodriguez "Pam", secretaria de Estado de Igualdad y contra la Violencia de Género, una mujer absolutamente empoderada, sin filtros ni vergüenza, reincidente, liberada de cualquier atadura de la tiranía patriarcal, que se atreve a pontificar: "Los hombres no necesitan el Registro Civil para ser violadores. Lo son". Toma.
En cualquier país serio, los empresarios, la sociedad civil, los sindicatos, los pensionistas, las mujeres, y sobre todo los hombres, no soportaríamos ese insulto defecado en nuestra propia cara, pero aquí, por contra, hasta los "mayores" intelectuales le ríen la gracia.
Otra que tal baila es la diputada del mismo partido Lucía Muñoz, en una intervención a la que Patxi López calificó como "irresponsable" e "impresentable", dice que los socialistas son un "puñado de fascistas", que con su reforma de la ley del "solo sí es sí" solo buscan volver a "la cultura de la violación" (sic); que solo buscan volver al "Código Penal de la Manada", a ese clima de impunidad que, durante los Sanfermines 2016, hizo posible la agresión sexual a una joven por varios homínidos, que no humanos, en un portal de Pamplona...".
Socialistas y podemitas, a la greña, despellejándose como hienas, se acusan unos a otros de fascistas, irresponsables, impresentables..., lo bueno es que unos y otros tienen razón.
La gente corriente, estupefacta y aturdida, pendiente de llegar a fin de mes, se pregunta cómo es posible tal debacle moral, social y de valores, mientras "la gran pagá" (la izquierda) se revuelve en el lodazal.
La explicación en la pluma de Juan Manuel de Prada: "La casta política está infestada de psicópatas con una vida moral y afectiva hecha añicos, en muchos casos adictos a las drogas, entregados en la intimidad a las pasiones más aberrantes".
Saludos cordiales.
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