Barrios y cofradías
Ya estoy haciendo balance de lo visto en esta Semana Santa y este año me ha llamado grandemente la atención la vida cofrade de los barrios, de pueblos y ciudades, que con sus personas se han lanzado a la calle con los cortejos procesionales llenando de color, olor y sonido las calles. El primer fenómeno que esta acción produce es el religioso, no se puede negar y a ello se encamina todo. Pero hay un segundo fenómeno, este de carácter sociológico y político, con múltiples variantes, que también se origina: los barrios llegan a tomar el centro y se produce una democratización, una transición, como una reivindicación, un acercamiento.
En años pasados, la conexión entre cofradías, cultura y actividades sociales parecía menos llamativa. Este año, sin embargo, ha habido un rápido desarrollo que ha hecho más intenso y evidente la interdependencia entre las personas, su entorno social y las cofradías. Será cosa del buen tiempo, de las ganas después de la pandemia, de estar sin mascarillas, más juntos, no sé, algo especial ha pasado...
Efectivamente, ha sido una fuerza y una aceleración de los acontecimientos cofrades partiendo de sus respectivos barrios y produciendo transformaciones significativas tanto en el ambiente como en las condiciones, con efectos y desarrollos no siempre claros y predecibles, que han tocado con ese hacer que solo lo saben interpretar desde los barrios. ¿Serán las crisis, es decir, los cambios: energéticos, climáticos, educativos, sanitarios, económicos, de las pensiones, de las guerras, hasta de la migración? ¿Será la necesidad de que se reduzcan las desigualdades y se garanticen los apoyos necesarios, especialmente para los más frágiles? Y de eso cada barrio sabe lo suyo. ¿O será el ambiente preelectoral que ha hecho mella en los barrios y lo han traído por las calles las cofradías?
Es indiscutible, hay consecuencias de esta Semana Santa: las personas se han lanzado a las calles desde sus barrios, con sus cofradías, sean de centro o más periféricos, se ha contribuido a potenciar la comunicación en los medios escritos de la prensa, en la radio, en la televisión y en las redes sociales; y se ha favorecido un entendimiento mutuo entre persona, barrio, cofradía y sociedad. ¡Se oye una campana o un llamador y una voz que dice vámonos de frente, de vuelta para el barrio! Feliz Pascua.
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