El humor que nunca pasa de moda
La burla, la ironía, el sarcasmo o el chiste malo son muchas de las variantes que tiene el "humor de lata", ese que se utiliza de forma indiscriminada y que no tiene absolutamente nada que ver con el humor que nos hace llorar, pero llorar de risa, que es, sin duda, el mejor de los llantos porque no obedece a ninguno ni se mete con nadie.
El humor blanco, surrealista, o del absurdo, se agradece mucho siempre pero más cuando las circunstancias son adversas, como las que atravesamos, de pandemia, de incendios, de erupciones, de guerras, de crisis social, económica y de todos los males con los que nos obsequian a diario los medios de comunicación.
Es precisamente ahora cuando más recordamos a los grandes del humor, a los que nos hacían reír de verdad, aquellos maestros del humor como Gila, Tip y Coll, Martes y Trece, Faemino y Cansado o Chiquito de la Calzada, por poner solo algunos ejemplos de los muchos humoristas surrealistas, del absurdo, del verdadero humor, del humor que nunca pasa ni pasará de moda y que tanto añoramos.
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