La catástrofe que vendrá... no debería llegar

La Humanidad busca poder llegar a realizar su gran proyecto de libertad: «liberar a los oprimidos, quebrantar todo yugo, partir tu pan con el hambriento... » [Isaías]. Total: que no nos queda nada todavía... Antes habrá, como siempre, catástrofes y guerras.

El caso es que la aparición de los robots y de la inteligencia artificial nos permiten más que nunca dar pasos hacia ese proyecto de libertad y trastocarlo todo:

a) Ya no vale producir por producir porque el planeta no tiene recursos para tanto y la expansión productiva y emprendedora ya no es tanta solución.

b) El concepto de producción humana, con los robots, ya no significa nada sino es creativa, reflexiva, artística o artesana. Así que: los obreros serán sustituidos; los gestores serán sustituidos; y hasta los científicos serán sustituidos.

c) El desempleo tecnológico ya nos ha alcanzado y, como decía don Francisco Rodríguez presidente de Illas, es necesario que una UE federal asuma el coste del desempleo, pues de otra forma la desigualdad entre los Estados miembros será descomunal. Y es que la defensa de los ciudadanos se debe asumir individualmente.

d) Los Estados deben dejar de aportar subvenciones a empresas, entidades o productos que sólo generan desigualdad empresarial y niegan la libertad y la unidad de mercado.

Lo que ocurre es que los que no supieron responder a los retos esforzándose en el conocimiento y la tecnología, se encuentran con que para competir con otros deben establecer salarios de robot. Y si no es así, no podrán entrar en el mercado con precios competitivos y se quedarán sin pedidos; y si se quedan sin pedidos cierran empresas y se acaban empleos mientras las empresas robotizadas de regiones que si hicieron sus deberes, producen y ocupan mercados. Lo curioso es que, como son los robots quienes producen en ellas, en esos otros lugares también se están quedando sin empleos.

En el Metal hay compañeros en paro. La patronal debe reforzar su esfuerzo inversor en tecnologías y en la búsqueda de mercados. Y la Administración no debe seguir equivocándose: No más subvenciones, ni ayudas. No más centros colaboradores. Es el parado o el trabajador quien decide donde formarse, es el parado o el trabajador quien pide ayuda para formarse; luego que sea el parado o el trabajador quien reciba la ayuda en forma de beca, y que sea él quien decida donde formarse (centro público o privado). La Administración debe redoblar su esfuerzo en los centros propios de FP ocupacional y en las oficinas de empleo, trastocando todas las absurdas actividades de control que existen en ellas en actos de orientación y consejo. Los sindicatos (o quien quiera) no pueden pretender convertirse en ETT o de intermediación a costa de que les pague la Administración, y sus dirigentes vivan como si fueran los empresarios de una empresa de servicios. Los servicios que paga el Estado funcionarán con funcionarios o no es un servicio del estado sino otra cosa. La Administración no puede seguir abandonando a sus centros propios y dejándoles sin funcionarios docentes. La irresponsabilidad de estos últimos 30 años ya es manifiesta. Ahora el Metal pretende un 5% y una nueva paga extra añadida (para los funcionarios es: un 5% y una buena mordida a sus pagas de siempre). Como ven no se han enterado de que hay crisis y compañeros en paro. Sí, es cierto, la patronal debe reconocer tres categorías profesionales por cada ocupación: el maestro, el oficial, y el ayudante. El maestro (posiblemente un hombre experimentado) mejorará su producción con el ayudante, es decir: un equipo de dos desarrollando la misma ocupación y tareas que el oficial. Pero claro está, ese ayudante que se forma con el maestro debe provenir de la FP ocupacional y de seguir itinerarios formativos y ocupacionales. Sino, intenten explicar el perfil de estas ofertas: [ http://recorta.com/091ad8 ] Esa es la importancia que no han dado a la FP ocupacional. Se han despilfarrando los recursos de la más importante formación de cara a la evolución continua de los medios de producción y, según veo, si no se remedia, se seguirá igual o peor con los sindicatos detrás de ETT. La innovación es la adaptación de las personas mediante formación a nuevos medios productivos. No más corrupción de los conceptos formativos, debe existir mayor colaboración de las empresas con la formación a través de los centros propios de la Administración. No más subvenciones y ayudas a entidades. La crisis hay que tomarla en serio, las subvenciones a las funciones de los funcionarios, y las ayudas a los individuos.

P.S.: Sin investigación tecnológica los pueblos hacen declaración de su vocación de esclavos. En investigación y en los individuos, es en lo único que debe invertir el Estado. Por la misma razón, y porque el planeta ya no asume más expansión, hay que ir a modelos de Renta Básica, pero que nadie se haga ilusiones, en un principio y en época de crisis, la renta será escasa. Siempre se descontará de los sueldos, con lo cual las empresas reducirán masa salarial y los impuestos repercutirán más en el empresario que en la empresa. Esta situación facilitará la aparición de emprendedores que liderarán proyectos en equipo más fácilmente al reducirse el componente de masa salarial de las empresas.