Asar la manteca es de tontos, yo soy tonto
Se puede ser un nefasto cocinero, lo cual no está reñido con ser una persona que tenga una mínima formación para sorprenderse de los que no asan la manteca pero sí asan la historia. Rusia no hace una intervención en Ucrania, lo que se produce es una invasión de un país soberano, hasta el que aso la manteca no diría intervención para luego hablar de un ataque preventivo ante la información que alguna persona sabía y el resto de asadores de manteca desconocíamos. Crimea y el Donbás son territorios ucranianos que no asaron manteca pero sí sufrieron el Holodomor en el siglo pasado. Cualquier asador de manteca sabe los motivos del inicio de la Segunda Guerra Mundial, que Polonia se defendiera con caballería, que Rusia estaba completamente desarmada, por lo que tuvo que pedir ayuda a Inglaterra y Estados Unidos, el cual tuvo que improvisar un plan para fabricar armamento y ayudar a los países europeos sin material bélico para afrontar la infame invasión del fascismo. Afirmar que la Segunda Guerra Mundial fue precedida de un carrera de armamento, por favor, un poco de respeto a los asadores de manteca. Afirmar que unos de los motivos principales de la desintegración de URSS fue el gasto en armamento para poder competir con Occidente sencillamente para los que asamos manteca nos demuestra que no somos tan tontos, sencillamente porque es falso. Yevgeny Prigozhin, cocinero ruso y seguro que no asa la manteca, puede explicar a los expertos cocineros de la historia los motivos de la Perestroika. “Di de vez en cuando la verdad para que te crean cuando mientes”.
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