Competiciones deportivas en los niños (sobran los padres)
Los hijos son miniaturas de personas en formación a todos los niveles, el principal el intelectual; sin dejar atrás el físico, donde el deporte forma parte esencial del desarrollo de un niño. Meterles presión de la forma que lo hacen para ganar es educarles en el egoísmo personal sin respeto hacia los demás (rival).
Ver a madres y padres gritarles como energúmenos, como si los niños contrarios fueran sus enemigos, te da la idea de lo deportistas que fueron y son sus progenitores.
Hay que enseñarles a competir con deportividad, animándoles a mejorar en la práctica con entrenamientos, que aprendan a ganar sin desmerecer ni humillar al rival, pero sobre todo que aprendan a perder felicitando siempre al rival. El deporte es diversión, no es una guerra semanal contra nadie.
Es impresentable presenciar un partido entre niños de 5, 9 o 14 años, sus padres desmerecen el sentido deportivo de sus hijos con su presencia alterada por su mala educación.
No es forma de educarlos. Son impresentables muchos padres y madres a la hora de animar a sus hijos en la cancha. Pueden aplaudir, pero sin pasar el límite del desprecio al rival, son niños como los suyos, ¿verdad? Celebrar efusivamente cada gol en goleadas contra rivales muy inferiores no sé qué sentido tiene ni qué gratificación encuentran en todo ello. A los rivales se les puede golear, no faltaba más, pero sin humillación, esa es la regla de oro.
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