¿De qué presumen nuestros inútiles políticos?
Están colapsadas la justicia, la sanidad y la atención en servicios públicos; la vivienda imposible, las residencias de ancianos indecentes y caras, la cesta de la compra por las nubes, de los carburantes y la electricidad qué decir, las hipotecas sin freno...
Ya hay pobreza energética, pobreza hipotecaria, pobreza alimentaria, pobreza salarial (ya un trabajo no te asegura estabilidad económica), tenemos pobreza de valores, pobreza sexual, pobreza mental, pobreza rural... Los mayores se mueren solos sin salud, sin medios, sin dignidad.
Eso sí, podemos cambiar de sexo, abortar y nos dan gratis la eutanasia.
Un país repleto de incongruencias.
Se ponen en huelga los médicos, los jueces amenazan con lo mismo cuando la sanidad y la justicia están atascadas; solo faltan que les respalden el resto de funcionarios con todos los políticos para enmarcarlo. Mientras, los ciudadanos seguimos haciéndoles el juego a todos ellos en vez de denunciar tanta dejadez e ineficacia administrativa.
La sanidad debiera ponernos en alerta urgente, todo ese entramado público se debe a los pacientes, si no son atendidos en tiempo y forma, mejor cerramos todo el chiringuito. Una sanidad tardía en atención, no es sanidad, es dejación delictiva.
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