La "discreta" visita de Juan Carlos I
Entrecomillo lo de “discreta” porque no creo que sea esta palabra la que mejor defina el revuelo mediático que está generando y que va a generar su visita, porque haga lo que haga y vaya a donde vaya le van a seguir los focos, los comentarios y las críticas, que de todo habrá, porque es inevitable que se produzcan todo tipo de especulaciones dada su relevancia y las características de una situación que es, como mínimo, peculiar.
No creo que a estas alturas haya que cuestionar si esta visita es o no oportuna, porque no hay ningún motivo para impedirla, y, sin embargo, se reviste de un exagerado e inconcebible mutismo. Todo parece indicar que va a venir a España como el que va de visita al dentista y que regresará a su “dorado” exilio sin pasar por la que fue su casa y que ahora es el hogar de su hijo.
Desconozco por completo cuáles son los “reales” sentimientos de Juan Carlos al respecto, pero creo que ya va siendo hora de que se le dé a este asunto, que no deja de ser un asunto de Estado, por tratarse de quien se trata y de sus vinculaciones, una mayor naturalidad y transparencia.
Si quiere venir que venga, pero que lo haga con luz y con taquígrafos, y no medio a escondidas, para no causar un revuelo que al hacerlo así es aún mayor.
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