Lombardero está confundido
En las cartas de los lectores de LA NUEVA ESPAÑA Lombardero vuelve a la carga contra el informe «El futuro del sistema sanitario público de Asturias», que elaboré para el Consejo Económico y Social (CES) de Asturias, con las siguientes afirmaciones:
1.–El estudio del CES era «conocido» (léase «dirigido») por los responsables de la sanidad pública en Asturias. Falso.
2.–El estudio «demoniza» a los hospitales comarcales. Falso. Llamativo es que Lombardero no cite textualmente la fuente para basar su alegato «científico» de «demonizar» («atribuir a alguien o algo cualidades o intenciones en extremo perversas o diabólicas», DRAE). El estudio se refiere a calidad y eficiencia, no a posesiones y exorcismos.
3.–Afirma que existe una «escasa correlación entre la pirámide de población y las demandas y necesidades reales de una sociedad determinada» (cita textual). Se supone que las necesidades y demandas a las que se refiere son las sanitarias, por lo que su argumento desde el análisis epidemiológico es, sencillamente, inefable. El amanecer del nuevo paradigma de Lombardero parece afirmar que el número de habitantes y su estructura de edad tienen «escasa» correlación con la morbilidad y la demanda de servicios sanitarios.
Lombardero confunde indicadores globales con indicadores por procesos. Lo riguroso es comparar resultados por procesos y analizar qué procesos deben ser atendidos con mayor calidad y eficiencia en los hospitales locales y cuáles en los de área o referencia regional. Recomiendo no solo a Lombardero, sino a todo ciudadano español, que en caso de infarto agudo de miocardio siempre que sea posible sea atendido en un hospital donde se pueda realizar una angioplastia primaria.
Lombardero afirma que para los procesos analizados por Ross. y cols. los hospitales locales están por encima del umbral. Recomiendo que repase las estadísticas de los GRD (121-123, 127 y 772-773).
Lejos de «demonizar» a los hospitales locales en el estudio se propone que estos hospitales funcionen en red con los de área para (cito textualmente) «complementar la cartera de servicios; desarrollar instrumentos conjuntos de calidad y de gestión clínica; lograr una utilización más eficiente de los recursos humanos y del equipamiento; y favorecer la formación continuada y la promoción de los profesionales que actualmente prestan servicio en los hospitales locales» (página 151). ¿Es esta propuesta una descalificación de los hospitales locales?
En cuanto al estilo faltón que emplea Lombardero es, a la vez, síntoma y diagnóstico. Por mi parte, le estoy muy agradecido por prestar tanto interés a este trabajo y aún más si el debate pudiera servir para mejorar la asistencia sanitaria de los ciudadanos de Asturias y de toda España.
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